Descripción de la Exposición
A primera vista, el trabajo de Gustavo Toro no parecería tener resonancias políticas. Sus piezas son siempre formalmente impecables, de factura simple, sin adornos, sin curvas ni arandelas. Sus objetos parecerían buscar ese punto en el que ya no pueden ser privados de nada más. De alguna manera, la avaricia de la forma podría definir lo que Toro hace. Como un arquitecto minimalista, el artista se interesa por el corte limpio, por ese momento en el que la pieza se separa del mundo sin ambigüedad para revelarse como ente autónomo, como forma libre y pura. Curiosamente, esa austeridad de la forma lleva el objeto al terreno del diseño y nos pone en la encrucijada de no saber cuál es su función. ¿Para qué nos sirven sus bloques de tierra, sus pisos de cemento, sus estructuras frágiles?
Una primera respuesta a esta pregunta consistiría en aceptar que no nos sirven para nada, que son inútiles, como es inútil todo el arte. Que son trampas para el ojo y que en la timidez con que ejercen esa seducción sin adornos, los objetos nos llaman y nos separan, invitados y excluidos de su materia. En ese borde de mirar sin tocar, el espectador se siente desposeído y deseoso, estableciendo una relación canónica con el objeto artístico, esa constituida por la tensión entre el deseo y la imposibilidad.
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España