Descripción de la Exposición ------------------------------------------------------- ------------------------------------------------------- Casa desolada es el título de una novela de Charles Dickens, publicada por entregas entre 1852 y 1853, en la que se presenta una complicada historia de deterioro moral y decadencia social, a causa fundamentalmente del mal funcionamiento de la justicia británica. Se trata de la historia de una herencia disputada que, cuando finalmente se resuelve a favor de los protagonistas, se ve dilapidada para pagar las costas judiciales. Dickens menciona el caso de un famoso pleito, todavía sin resolver, que se arrastraba desde finales del s. XVIII y cuyas costas procesales ya ascendían a la asombrosa cantidad de 140.000 libras. La casa desolada (LME) es también el título de esta exposición de Florentino Díaz. Y no es sólo el título lo que se toma de la novela de Dickens, sino también su intención de denuncia y de crítica social. Marx le escribió a su amigo Engels, en una carta de 1843 -el mismo año en que se publicó el Cuento de Navidad de Dickens-, que algunos escritores de la Inglaterra victoriana 'exhibían al mundo más verdades sociales y políticas que las que eran pronunciadas por políticos profesionales, publicistas y moralistas juntos'. De algún modo esto es también lo que sucede en la actual exposición de Florentino Díaz: muestra al mundo verdades sociales y políticas contundentes. La casa desolada (LME) no quiere ser un mero ejercicio de formalismo constructivo ni de mera delectación en la realización de bellas formas escultóricas. Sirviéndose de sus materiales tradicionales (maderas recicladas, acero inoxidable y caucho) y de sus elementos constructivos básicos (la idea de la casa, ejemplificada fundamentalmente por la mesa, la silla, la cama, el armario...), Florentino Díaz construye pequeñas casitas moralizantes, en las que el humor y la ironía se convierten en armas de crítica social. Es cierto que hay quien ha entendido su trabajo como una especie de estructuralismo escultórico y también quien lo ha leído como una especie de continuidad del formalismo minimalista, y hasta se le ha visto como un seguidor de la idea de la escultura como dibujo en el espacio de Julio González. Pero es posible que todas estas interpretaciones hayan querido atender solamente a las piezas más formalistas de su obra, de las que en esta exposición también tenemos alguna interesante muestra, pero no le hayan querido prestar atención al corrosivo elemento de crítica social que siempre ha estado presente a lo largo de toda su trayectoria. Crítica social demoledora que desde hace años se ocupa con elegancia, virtuosismo y fina ironía, de los problemas políticos del habitar y que por eso repite casi obsesivamente los cuatro elementos compositivos del cuarto de estar. Pues incluso en aquellas piezas de apariencia puramente formalista se alude explícitamente a la dificultad y a la incomodidad del habitar. Pero es en las esculturas de madera donde esta intención se hace evidente. No sólo a través de sus títulos y de sus personajes del tebeo, sino también a través de las inscripciones que explícitamente figuran en algunas de sus piezas. Hay en esta exposición un pequeño mapa de España, construido con maderas recicladas, en el que se expresa con absoluta claridad y rotundidad el verdadero enfado que el artista siente, con razón, con la actual situación del Estado español. Allí, sobre un mapa compuesto con materiales de desecho y, como en un estado intermedio entre la construcción y la demolición, puede leerse claramente: 'prevaricación nacional', 'corrupciones S. A.' y finalmente las siglas: LME. ¿De qué se trata? La cosa es evidente.
Después de varios años de trabajo silencioso, con esporádicas apariciones y alejado del ruido mediático, Florentino Díaz presenta su trabajo más reciente, en el que de nuevo podemos ver su ácida ironía y la rotundidad de sus planteamientos formales. Y siempre con la casa como eje de su discurso. Una casa en la que como dice el artista Casi nada es lo que parece, y donde cada vez resulta más difícil el habitar .