Lorena Guillén Vaschetti se formó en antropología, arquitectura y fotografía, estudios que configuraron una mirada para la cual dónde y cómo se vive importa. El paisaje de lo doméstico, las narrativas del día a día y los espacios donde éstas resuenan, las historias que se van tejiendo en los hogares, en los susurros, los secretos y las arengas familiares son elevados a material poético, considerados dignos de una exploración que los amplifica y que vuelve epopeya lo pequeño.

El proyecto Historia, memoria y silencios -incluido en esta muestra y que también existe en formato libro-arte- surge cuando la madre de Lorena le anuncia que para salvaguardarla del peso de la historia familiar ha tirado a la basura las diapositivas tomadas por su abuelo, que documentaban la vida de la familia en los años setenta cuando ella era niña. Lorena corre ... a rescatarlas pero el camión de la basura ya pasó. Queda sólo una caja rezagada, una minúscula fracción del total. Entonces comienza una tarea de reescritura (re-fotografía) de su memoria a través de los enfoques, tomas y ángulos elegidos por su abuelo cuatro décadas antes. 'La historia es lo que acordamos entre todos que pasó' dice Lorena.

Las imágenes recuerdan a stills de películas donde algo inquietante pulsa detrás de lo banal o cotidiano. Un perrito, su abuela todavía joven mirando por una ventana, un auto en la carretera empiezan a contar una historia misteriosa, exhalan un clima más enigmático que nostálgico. Algo está por pasar o ya pasó. Los frasquitos metálicos que guardaban el film de diapositivas aparecen exhibidos como prueba o como fetiche, contenedores minúsculos de memorias.

Su obra más reciente, La casa, está construido de tablones de madera reciclada, construcción hecha de otras construcciones, de la misma manera que las fotografías están hechas de otras fotografías. La casa es cálida, íntima, serena, un lugar ideal. Adentro hay luz, hay calefacción. Lo que no tiene son puertas ni ventanas. Es un volumen silencioso que promete un lugar idealizado al que no tenemos acceso, un lugar que guarda sus secretos.