Descripción de la Exposición ------------------------------------------------------- ------------------------------------------------------- Alberto Díaz Gutiérrez, Korda, gozó en vida de los mayores y más internacionales reconocimientos como fotógrafo del llamado período «épico» de la Revolución cubana. Fama ganada, en particular, por la reproducción mundial de su fotografía del Che que durante 50 años ha sido asumida como emblema del humanismo revolucionario mundial. En 1998, en vida de Korda, y con motivo de una exposición de su obra en La Beneficencia de Valencia, España, escribí: «Por casi diez años Alberto hizo, desde su óptica, el «retrato» de la Revolución; a la par que Studios Korda seguía su curso y crecían sus archivos con nueva publicidad, modelos y personalidades de toda procedencia. Las imágenes que de la labor de Studios Korda durante 12 años conocemos hoy son sólo aquellas que pudieron ser rescatadas luego de la intervención de la propiedad por las autoridades revolucionarias el 14 de marzo de 1968, lo que implicó la pérdida, hasta hoy, de la mayor parte de sus archivos. Algunas impresiones originales, fotocopias a partir de publicaciones de época, fotos en colecciones privadas o manos amigas, y por supuesto, los negativos correspondientes a su trabajo junto a Fidel y el Che, son los tesoros gráficos de su obra que hoy se conservan y que, en cifra tentativa, pudieran representar tan sólo el 20 % de los archivos totales. Lamentable capítulo en la historia cubana... y no sólo para la fotografía. «A todas luces es ya imposible una mirada retrospectiva del trabajo de Alberto Korda. No podrá ser hecha una revisión integral de sus más de 40 años de fotógrafo. En cambio, lo disponible, merece todo esfuerzo para revalorizar una obra que es, en su totalidad, un importante legado de altísimo valor artístico e histórico. Todavía está por emprenderse el estudio más detenido de ese 20% de imágenes disponibles y darlas a conocer bajo una cuidadosa investigación y novedosa curaduría que las haga dialogar en un sentido más amplio y sin jerarquías extra-artísticas. Sólo entonces liberaremos a Korda del «peso» histórico de una sola foto» Coincidencias históricas han hecho posible que 10 años después de este modesto texto, me sea posible pagar una deuda de gratitud a un amigo, a un gran artista y a la historia de la fotografía cubana, pues pude, por primera vez, revisar con ojos críticos y con perspectiva histórica, los más de 50 000 negativos atesorados en el Archivo Histórico del Consejo de Estado de Cuba -los archivos que se guardaban en los Studios Korda como «archivos de la Revolución»- ; así como consultar sus archivos personales, epistolario familiar, hacer entrevistas y, sobre todo, distanciarme lo suficiente del «fotógrafo» para adentrarme en «el hombre». Encontré en este proceso de investigación a un Korda CONOCIDO DESCONOCIDO | LA EXPOSICIÓN Pese a que las fotografías más representativas de Korda son las de la Revolución Cubana, lo cierto es que el maestro de la Leica tiene en su haber una amplia colección de instantáneas sobre la capital cubana. Las calles de La Habana, sus trabajadores, el Malecón o sus lujosos hoteles han pasado por el ojo fotográfico de Korda desde que en 1954 se fundaran los estudios Korda en el edificio de La Metropolitana, en la calle O`Really. El corazón de El Vedado fue el lugar elegido por Alberto y Luis Korda para recrear su Habana, la misma que Cabrera Infante dibujó a la perfección en Tres Tristes Tigres. Hijo de un empleado ferroviario y de un ama de casa, formado en un pueblo de pescadores al oeste de la capital, ningún pronóstico señalaba a que los caminos de Korda se cruzarían con la élite de la sociedad habanera. La belleza femenina empezó a constituirse como uno de los ejes centrales de la obra del fotógrafo cubano, y uno de los pilares fundamentales para el sustento económico de los jóvenes Studios Korda. Pero todas estas fotos por encargo no cercenaron la personalidad creativa del estudio; muy al contrario la identidad de Korda se hacía cada vez más patente. Pero llegó la revolución, y con ella las jóvenes en bañador fueron sustituidas por guerrilleros rodeados de selva, jeeps y demás preparativos militares. Era lo que reclamaba la prensa, y Korda supo reflejar a la perfección el espíritu de la Revolución en cada una de sus instantáneas. A través de los recortes y reencuadres de sus fotos, Alberto Díaz fue creando poco a poco un impresionante dossier visual de todo un movimiento que cada vez más estaba adquiriendo un cariz mundial. Korda siempre definió la fotografía del Che como "un instante de suerte", por lo que nada le hacía presagiar que en aquella segunda fila del homenaje fúnebre a las víctimas de un sabotaje estaba siendo retratado todo un icono histórico. Con una fijación extrema en los pies de soldados y guerrilleros, las multitudes y los desfiles, Korda realizó un seguimiento continuo al Fidel Castro, a quien tuvo el privilegio de poder llamar "Fidel", frente al "Comandante" que cada vez más se oía en las trincheras. Y a finales de 1969 llegó el mar. Demostrando su capacidad de adaptación y cambio, Alberto Díaz fotografió casi todo lo posible de los fondos marinos cubanos, donde encontró una nueva fuente de estimulación creativa. El 25 de mayo de 2001, a sus 72 años de edad, murió Alberto Korda. Fidel asistió a su entierro y preguntó: "Díganme, realmente ¿cómo murió?" Al darle detalles, Castro concluyó: "Ése era Korda".
Se exponen 200 fotografías, la mayoría de ellas inéditas y otras vistas por primera vez a negativo completo, tomadas por el prestigioso fotógrafo cubano Korda entre 1956 y 1968. Comisaria: Cristina Vives.
Exposición. 17 dic de 2024 - 16 mar de 2025 / Museo Picasso Málaga / Málaga, España
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España