Descripción de la Exposición ------------------------------------------------------- ------------------------------------------------------- Martin Kippenberger (Dortmund, Alemania, 1953 - Viena, Austria, 1997) pertenece a una generación de creadores alemanes que analiza el papel del artista en la cultura contemporánea. La exposición que el Museo Picasso Málaga le dedica es una de las más relevantes de su obra en España, país en el que habitó a finales de los años ochenta y en el que creó una de sus series de obras directamente referida a Pablo Picasso, por cuya figura sintió desde sus inicios una particular atracción. Martin Kippenberger Descrito como uno de los artistas alemanes de más talento de su generación, tras su paso por la Academia de Arte de Hamburgo y una estancia en Florencia, Kippenberger se asentó en Alemania, donde comenzó una prolífica carrera como artista, que abarcó casi compulsivamente disciplinas tan diversas como la pintura, el dibujo, la escultura, la performance, la fotografía, la instalación e, incluso, la música. En los años ochenta, destacó tanto por su fuerza expresiva como por lo irónico y controvertido de algunas de sus obras, en las que frecuentemente reflejó su también agitada vida, así como su conocimiento de la tradición artística. En esa década alternó su vida en Alemania con estancias en otras ciudades como Los Ángeles, Carmona y Madrid. Aunque fue reconocido en vida, su trabajo se ha comenzado a estudiar y exponer de forma más amplia tras su temprana muerte a la edad de 44 años, especialmente en museos e instituciones estadounidenses. Kippenberger mira a Picasso A Martin Kippenberger la obra de Picasso le fue familiar desde la infancia. Reproducciones de sus obras colgaban en el hogar que habitó de niño, cuando ya despuntaba con un talento que, como en el caso del artista andaluz, fue alentado por su padre, aficionado a la pintura. Desde entonces y hasta el final de su vida, las alusiones al arte de Picasso se repitieron constantemente. Entre las referencias explícitas se encuentra el libro De la impresión a la expresión. Cuarto de siglo de Kippenberger, que editó con motivo de su 25º cumpleaños bajo el nombre de Editorial Herederos de Pikasso: Berlín / París 1979, cambiando la 'c' de Picasso por la 'k' que era su propia inicial. El libro forma parte de la exposición del Museo Picasso Málaga. Ya a mediados de los ochenta, para una exposición en las Islas Canarias, Kippenberger realizó el cartel y la tarjeta de invitación -también expuestos- utilizando una conocida fotografía tomada por David Douglas Duncan en 1962 en la que Pablo Picasso posa de modo orgulloso. Esta misma imagen le sirvió de inspiración para el conjunto de fotografías con las que ilustró un calendario de 1988 y para crear, ese mismo año, una serie completa de autorretratos en gran tamaño que pinta durante su estancia en la localidad sevillana de Carmona. Una selección de estos impresionantes óleos pueden verse en el MPM. Un año antes de morir, volvió a interesarse por las fotografías que David Douglas Duncan realizó de Pablo Picasso y, en concreto, de su esposa y luego viuda Jacqueline Roque. El resultado fue Jacqueline: los cuadros que Pablo ya no pudo pintar (1996), una serie de óleos -varios de ellos en la exposición- que reflexionan sobre los límites difusos entre retrato y autorretrato, entre lo masculino y lo femenino, la identidad y la pérdida. Al respecto, el propio Kippenberger explicó: 'Picasso ha muerto, y ella se ha puesto triste. Así que yo me hago cargo de su trabajo. Basándome en las últimas fotos que había de Jacqueline Picasso, en blanco y negro y desenfocadas, intento trasladarlas al color y convertirlas en Picassos. En cierto modo, completar su obra, por así decir. Al fin y al cabo, ella fue uno de sus temas principales'. La exposición Kippenberger miró a Picasso muestra en el Museo Picasso Málaga una total de 55 obras entre pinturas de gran formato, dibujos y esculturas, así como 48 libros de artista y 73 carteles y tarjetas de invitación realizados por el creador alemán a lo largo de su carrera. También reúne una selección de imágenes, comentarios y entrevistas en vídeo realizados entre 1979 y 1997 que documentan los trabajos expuestos. La exposición permite tanto acercarse al trabajo de Kippenberger, como considerar la obra de Pablo Picasso desde la perspectiva que nos ofrece tanto su mirada como su voluntad de apropiación, que apunta una mezcla tensa entre devoción y descreimiento. Se trata de la segunda entrega de una línea expositiva iniciada el pasado año por el MPM, que busca la huella de Pablo Picasso en los artistas de la segunda mitad del siglo XX, que atiende al modo en que los grandes creadores se han observado y se han evitado, conscientes unos y otros de la grandeza destructiva, de la sombra alargada de los llamados maestros. La exposición se completa con una selección de obras del complejo Medusa (1996), en las que Kippenberger lleva hasta el límite el concepto del autorretrato como representación trágica de la propia existencia. En ésta, utiliza de nuevo la fotografía como punto de referencia, aunque en esta ocasión él mismo posa para la fotógrafa Elfie Semotan simulando las posturas de los personajes de la famosa pintura La balsa de la Medusa (1819) de Théodore Géricault (1791-1824), un dramático relato de las miserias de la humanidad en el que sin embargo hay lugar para la esperanza. Publicación y actividades paralelas Kippenberger miró a Picasso está comisariada por la Dra. Eva Meyer-Hermann, quien tras trabajar como conservadora jefe en el Van Abbemuseum de Eindhoven, ha desarrollado una carrera como comisaria independiente. La Dra. Meyer-Hermann es asimismo la autora del texto incluido en el libro editado para la ocasión en inglés y español. Esta publicación reúne la obra de Martin Kippenberger basada en su interés por la figura de Pablo Picasso. Con el fin de reflexionar sobre la situación del arte en los años en los que Kippenberger vivió en España, el MPM ha organizado un seminario que, dirigido por el historiador del arte y comisario Pedro Pizarro, se celebrará bajo el título de Éxitos y fracasos de la pintura en los años ochenta. Cada una de las sesiones estará dedicada a un sector profesional concreto vinculado al arte. Así, en la primera, que tendrá lugar el miércoles 27 de abril, intervendrán los críticos Manel Clot, Fernando Huici, Ángel Luis Pérez Villén y Kevin Power. Los promotores y galeristas Juana de Aizpuru, Pepe Cobo, Norberto Dotor y Tecla Lumbreras protagonizarán el miércoles 4 de mayo el segundo de los debates. El miércoles 11 de mayo tendrá lugar la tercera y última sesión, en la que participarán los artistas Chema Cobo, Curro González, Guillermo Paneque e Ignacio Tovar. Todas tendrán lugar a las 20.00 horas y la entrada será libre y gratuita hasta completar aforo. Para los alumnos de la UMA que deseen obtener un crédito de libre configuración la inscripción y asistencia son obligatorias. Del mismo modo, Kippenberger miró a Picasso será el tema principal de las Charlas en el Museo, las visitas guiadas que cada jueves a las 18.00 horas tienen lugar en el MPM. Para participar, tan sólo es necesario inscribirse en la Taquilla, pues la visita es gratuita con la adquisición de la entrada.
Cerca de 50 trabajos entre pinturas de gran formato, dibujos y esculturas, así como una selección de más de 60 libros de artista y catálogos y más de 36 carteles diseñados por el artista a lo largo de su carrera. Martin Kippenberger (Dormunt, Alemania, 1953-Viena, Austria, 1997) pertenece a una generación de creadores alemanes que analiza el papel del artista en la cultura. Por su muerte prematura ha sido recientemente cuando se ha reconocido de modo internacional su trabajo. La exposición que el Museo Picasso Málaga le dedica es una de las más relevantes de su obra en España, país en el que habitó a finales de los años ochenta. Fue precisamente durante su estancia en la localidad sevillana de Carmona en 1988, cuando Kippenberger desarrolló una especial relación con la figura de Pablo Picasso, atracción que le llevó a pintar la serie Sin título (1988), una selección de las cuales se mostrará en el MPM. Kippenberger se interesó por las fotografías que David Douglas Duncan realizó a Picasso en los años sesenta. Le dejaron una profunda huella varios retratos que este fotógrafo realizó posteriormente de su viuda Jacqueline Roque tras la muerte del artista en 1973. Estas fotografías le inspiraron la serie de óleos Jacqueline: los cuadros que Pablo ya no pudo pintar (1996), de los que varios podrán verse en la exposición. Kippenberger miró a Picasso propone una reflexión acerca de los temas comunes en ambos creadores, como es la pérdida, el reflejo de la experiencia personal en el arte y el retrato como género. En este sentido, incluirá también una selección de obras del complejo Medusa (1996), en la que el artista alemán lleva hasta el límite el concepto del autorretrato como representación trágica de la propia existencia.
Exposición. 13 dic de 2024 - 04 may de 2025 / CAAC - Centro Andaluz de Arte Contemporáneo / Sevilla, España
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España