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En esta época en la que todo lo que nos rodea parece que nos impulse a reflexionar, Artevistas empieza la temporada estival con una exposición para que dejemos los problemas a un lado, y podamos así alejarnos por un rato de la seriedad y la formalidad que impregnan nuestra realidad.

Fluidez en las líneas y continuidad en el trazo: Paratilla parece dibujar sus personajes sin levantar nunca la mano de sus telas. Crea un conjunto de figuras que nos miran desde el lienzo como si les estuvieran a punto de hacer una foto.

Sencillas escenas ... en las que los 'niños' podrían haber sido pintados por niños, si no fuera por un detalle: un niño no lo hace de ese modo. Los pequeños personajes de Paratilla son como monstruos divertidos. El sutil sarcasmo de sus guiños no nos asusta. Ellos se ríen y hacen sonreír.

Personajes fantásticos y desmesurados en tamaño, caricaturizados, extraños... Disfrazados de superhéroes, robots o boxeadores. Enmascarados como si de chicos traviesos se tratase o mostrando sus dientes de diablillo domesticado.

Carboncillos y acrílicos definen las estilizadas siluetas de los críos, que están expectantes con sus camisetas a rayas y sus antifaces, como si nos observaran desde una vieja fotografía.

Nos miran con una picardía llena de inocencia: son solo niños.