Descripción de la Exposición El uno en Pamplona donde nació en 1946, y el otro en Oviedo, donde reside, y que es la capital de la provincia en cuyo Occidente está Tapia de Casariego, donde vio la luz en 1956, estos dos pintores de Septentrión, del silencio, de la concentración, han sabido construir, frente al ruido de la época, sus respectivos universos aparte. Somos ya unos pocos los que los tenemos entre nuestros grandes. Caminos secretos que conducen de una obra, de una provincia de la pintura a otra: inscripción en una tradición figurativa y a la vez incursiones en zonas limítrofes con la abstracción, denodada búsqueda de la quietud, interrogación obsesiva del paisaje y también del autorretrato, interés por las zonas donde se mezclan ciudad y campo, atenta escucha del sonido de la noche española, fascinación por la nieve, amor por el arte del bodegón... Qué pura maravilla, entre los cuadros de Juan José Aquerreta reunidos en esta ocasión, Camino de Villafranca nevado, y ese otro paisaje también blanco, dos visiones que traen a mi memoria una vez más una frase de Ramón Gaya (de Diario de un pintor) que he citado hasta la saciedad, aquella que dice, con Brueghel en la memoria, que 'la nieve es medieval'; y qué maestría el modo de evocar un Paisaje con arquitectura, en ese alfoz pamplonés cuyos secretos tan bien conoce el pintor navarro; y qué buena sorpresa todos los cuadros recuperados de la década del setenta, y entre ellos el temprano (1975) Ciclista, de una delicadeza verdaderamente depisiana, así como el paisaje en ocre con figura, de un primitivismo que casi nos lleva del lado de Armando Reverón; y qué maestría chardiniana o morandiana en el arte del bodegón, siempre, la que atestiguan, por ejemplo, la esplendente Naturaleza de la copa amarilla, o esa Naturaleza muerta de Tenerife, alusiva a una circunstancia realmente excepcional en su autor, tan sedentario, y que tan poco sale de su abarrotado estudio en el centro de su ciudad natal, casi a la sombra de San Cernín. En cuanto a Miguel Galano, el que juega 'en casa' -o muy cerca-, qué maravilla también, y qué representativa de su actitud ante el mundo, en su estudio ovetense en cambio tan ordenado, el tableautin (veintitrés centímetros de alto por dieciséis de ancho) titulado La bombilla, y donde interroga una vez más una farola municipal, occidental y asturiana, una farola en un acantilado escarpado, allá por su Tapia, un asunto de luz parpadeando en la oscuridad que también es el tema de Noche en el parque, uno de esos parques misteriosos, entre corotianos y simbolistas, que desde hace unos años reaparecen con insistencia en su obra; y qué solitarias la iglesia en Ladines y el cementerio de Cabueñes y esa casa grande y sencilla, ancha y baja, en Villapedre cuya silueta ya nos resulta familiar; y qué melancólicamente felices esas esquinas del Ensanche barcelonés o esos árboles en Somió, por donde vivía Julián Ayesta; y qué esplendor en lo oscuro la única pieza que nos habla de las recientes andanzas mitteleuropeas del pintor, ese Recuerdo de Cracovia al carbón entre las ramas negras de los árboles de los Planty en invierno, bajo los cuales me parece estar escuchando el chirrido de los tranvías blanquiazules; y qué casi nada entre japonesa y reveroniana (La Guaira, cerca de Macuto, donde él todavía no ha estado) y luisfernandezca (el dibujo geométrico) esas dos entrevisiones sin color del Musel que tan bien hubieran funcionado en Las horas grises; y qué geometría lentamente móvil (un poco del lado del canario Luis Palmero, o del italiano Antonio Calderara) la de los buques que pasan, contemplados desde la playa... Gran idea realmente el haber juntado a estos dos maestros del romanticismo del Norte español, en esta exposición gijonesa que por decirlo en lenguaje de guía Michelin, 'vaut le voyage', y en cuyo catálogo les hacen compañía con sus versos otros dos hermanos septentrionales, el lucense Luis Pimentel, y el bilbaíno Blas de Otero. Hasta la fecha, Aquerreta y Galano sólo habían coincidido, expositivamente, en la colectiva de Álvaro Villacieros Juego de arquitecturas, celebrada en 2008 en la Galería Guillermo de Osma, de Madrid. Pero aunque esta es la primera ocasión en que comparten pared sin nadie más alrededor, llevan coincidiendo años, en el mapa mental de quienes los admiramos.
Exposición. 20 nov de 2024 - 31 mar de 2025 / Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) / Madrid, España
Opera to a Black Venus. ¿Qué nos diría mañana el fondo del océano si hoy se vaciara de agua?
Formación. 23 nov de 2024 - 29 nov de 2024 / Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) / Madrid, España