Los paisajes de Juan Díaz son lugares espirituales, son estados de introspección donde el ritmo de la vida queda lejos. Son espacios para la memoria, pero también para la soledad y el silencio, donde el infinito cumple su papel, donde el vértigo del abismo se asoma, como una verdad universal que debe ser dicha.

La inmediatez de la acuarela como técnica, o casi como modo de vida queda enraizada a una tradición romántica de la que Friedrich o Turner son los principales exponentes.

La importancia de lo eterno se hace tangible a través de las acuarelas de Juan Díaz, como altos en el camino, donde el tiempo queda ausente, y el viajero, tanto pintor como espectador, encuentra su espacio metafísico para reconciliarse consigo ... mismo y con el entorno.

Desde que en 1972 realizara su primera exposición individual, Juan Díaz (Toledo, 1953) ha desarrollado una intensa labor creativa que le ha situado en la escena expositiva de toda España y a nivel internacional, en países como Argentina, Colombia o Estados Unidos. Su reconocimiento le ha venido dado por los numerosos premios que le han sido otorgados, entre los que cabe mencionar el Premio Nacional de Acuarela en 1990 CAM, Madrid; 1ª Medalla en el LX Salón de Otoño de Plasencia; Premio Adquisición en el 1er Certamen Fundación Wellington, Madrid; o el 1er Premio de Pintura 'Premios Ejército 1996', entre muchos otros. En 1993 fue nombrado Cerdán de Oro en reconocimiento a su trayectoria artística en Talavera de la Reina.

Sus obras figuran en diferentes museos y colecciones privadas, e instituciones de Europa y América.