Descripción de la Exposición ------------------------------------------------------- ------------------------------------------------------- Desde la década de los sesenta, el pintor José María del Valle viene poniendo en practica la famosa afirmación de Goethe: 'A la inspiración hay que darle órdenes'. Su exposición actual puede servir de testimonio. Y curiosamente su obra ofrece una rara continuidad, una fidelidad a unos modos, a unos planteamientos, difíciles de encontrar en la visión de conjunto de una labor personal. Cuando en 1975 obtiene en la I Bienal de Santander, el Premio 'Palacio de Elsedo' para jóvenes pintores cántabros, se produce el reconocimiento a una dedicación, pero sobre todo a una vocación de años, en los que José María había ido elaborando una aportación plástica, válida para el panorama completo de los movimientos pictóricos más recientes. El arte es, sin duda, lo mejor de las crónicas. Sintetiza la circunstancia del hombre en un determinado momento mediante los símbolos de la narración plástica. El artista parece estar en pie, dominando la frontera de dos situaciones y se permite observar y hasta poner en comunicación a los que han penetrado y a los que permanecen fuera. Dos ángulos de visión pueden sernos válidos para un mejor análisis de la pintura de José Mª del Valle: primero; la invención. Segundo; la adecuación temporal del espíritu de la obra. Resumiendo ambos aspectos, me refiero a la comprensión por parte del artista del conjunto de circunstancias, artísticas y extra-artísticas, que marcan la evolución de la cultura de su tiempo. Pintura que se debate entre varias alternativas: la belleza o la potencia de la expresión, el dinamismo o la serenidad. En cierto modo su obra aparece como un contrapunto del hombre dominado por las luchas que son comunes a todos los hombres y por las luchas íntimas, exclusivas. Buceando en el sugestivo laberinto de sus alusiones, podría hablarse de un 'lenguaje metafórico', aún cuando de expresión plástica se trate. Es lo indirecto, lo sugerido, la veladura, el misterio. Siempre en la pintura de José Mª del Valle hay un misterio a desentrañar y su realidad arranca precisamente del misterio mismo. Por el camino de ciertas huellas de lo formal, se aleja hacia un lirismo que diluye los elementos del cuadro y los esquematiza. Contribuyen eficazmente las degradaciones de color o sus monofacetas cromáticas. La ordenación de reflejos y el detalle como foco de convocatoria. Las formas situadas con un planteamiento en profundidad. Avanzan unas y retroceden otras. La impresión ante cualquiera de sus cuadros nos arrastra hacia los umbrales del misterio, hacia ese territorio que solo los poetas conocen bien y en el cual: 'Los árboles no murieron Carvalho da Silva nos vela y nos desvela la situación. Pero si la obra de José Mª del Valle no es una excepción a la regla y refleja su universo interior, nos adentramos entonces en un paisaje problemático, no demasiado abierto para la exploración. Esos fragmentos de masas, cortes de raíces que evidencian sus nervaduras... El artista sabe muy bien que la luz es la primera clave para desentrañar el misterio. Y la dosifica conscientemente. Teresa Soubriet. De la Asociación Española de Críticos de Arte. 1979
Trayectoria 1970/2010.
y la lluvia que el sueño aboga por las calles,
parece ignorar la ausencia...'
Exposición. 31 oct de 2024 - 09 feb de 2025 / Artium - Centro Museo Vasco de Arte Contemporáneo / Vitoria-Gasteiz, Álava, España
Formación. 16 nov de 2024 - 17 nov de 2024 / Bizkaia Aretoa / Bilbao, Vizcaya, España
La mirada feminista. Perspectivas feministas en las producciones artísticas y las teorías del arte