La exposición se compone de dos partes: una primera formada por paisajes urbanos, integrada por lo que a mí me gusta llamar 'cuadros blancos', por la ausencia casi absoluta de color; se recrean lugares por todos conocidos, como el puente de Brooklyn, Venecia o la Gran Vía Madrileña, utilizando material de carga junto con arpillera.
La segunda parte es más densa, más rica en el aspecto cromático y en cuanto a los materiales utilizados; en ella, junto con la arpillera, auténtica marca de la casa, aparecen óxidos, ramas de viñedos o cartones. El protagonismo en esta segunda parte es compartido por las Meninas, tanto en composiciones donde aparecen todos los personajes Velazqueños como en otras donde se representa fundamentalmente a la Infanta Margarita. También aparecen representados elementos cotidianos, como una bicicleta compuesta exclusivamente por latón y ramas. En esta segunda parte, los rasgos expresionistas aparecen claramente marcados.
En definitiva, se trata en...muchos casos de bajorrelieves, donde la materia parece querer desprenderse de lienzo y acompañar al visitante».
Entrada actualizada el el 26 may de 2016
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