Jorge Queiroz realiza su primera exposición individual en España en la galería Helga de Alvear. Su trabajo se ha venido desarrollando casi exclusivamente en el campo del dibujo en el que ha creado un mundo propio y único con una obra personal plenamente reconocible.

En su trabajo compone una cosmogonía particular que combina lo grotesco con lo surrealista mezclando escenas de horror y de ironía. En ellas se combinan e interrelacionan una gran cantidad de elementos combinados para crear un conjunto lleno de referencias. Su obra se plantea casi como un filtro a través del cual se puede entender la realidad de otra forma. El innegable sentido narrativo de sus dibujos no parece tener principio ni fin pero se desarrolla a lo largo de un papel repleto de información.

Figuras que se convierten ... en plantas se convierten en caminos que se convierten en espacios que se pliegan en perspectiva y se pierden en el infinito. Los dibujos de Queiroz están llenos de una gran densidad de motivos y resulta sorprendente el modo en el que sabe utilizar el espacio vacío y lleno de la hoja de papel. En ellos se reconocen infinidad de referencias, tanto como citas o como influencias. A primera vista se pueden descubrir figuras que pueden recordar a Goya o a Piranesi pero también a Mike Kelly o a los clásicos de la abstracción. La obra de Jorge Queiroz parece imbuida de una cierta promiscuidad visual que lleva al espectador a contemplarlos durante horas en busca de nuevos detalles y motivos. Cada uno de ellos es una ventana abierta a ese mundo único que es el del artista.

La elección del dibujo como forma de expresión fundamental asienta ese sentido único y personal al producirse en la intimidad del estudio y sin más intermediarios que el propio artista y su mano.

Técnicamente demuestra una libertad absoluta que mezcla acuarela con tinta y con guache en una amalgama que se adapta, ella también, a los motivos referenciados. Sus dibujos son una acumulación de distintas capas de materia y de información que se van amontonando hasta completarse en un todo de lectura infinita.