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Jordi Curós muestra, en el Eurostars Grand Marina Hotel, la última evolución de su trayectoria artística, iniciada en la Escuela de Artes y Oficios de su Olot natal, desde dónde viaja a París. En la Ciudad de la Luz, el pintor gerundense crea obras con un marcado carácter esquemático, en las que la línea obtiene un papel destacado. Poco a poco, Curós cambia, llegando a principios de los sesenta a investigar el empleo de diferentes materias y texturas en sus composiciones, para volver posteriormente a la figuración, aunque con el color como gran protagonista. En definitiva, la trayectoria artística de Jordi Curós ha variado mucho a lo largo de ... su carrera, llegando en la actualidad a unas creaciones en las que se combinan figuración y retazos abstractos, con los que disfrutar de una visión diferente, llena de color y texturas.

La carrera artística de Jordi Curós no sólo ha vivido una constante evolución. También ha recibido numerosos reconocimientos. Desde que obtuviera el Premi Mulleras en su Olot natal, en 1947, el pintor ha recibido, entre otros galardones, el del Reial Cercle Artístic de Barcelona (1967) o el de la II Bienal Internacional del Deporte en las Bellas Artes (Madrid, 1969). Además, sus obras se han expuesto en salas como el Museu d’Art Contemporani de Barcelona (1961) o en la galería El Cisne (Madrid, 1988), entre otras.