Descripción de la Exposición
Joan Miró (1893-1983), que en cierta ocasión confesó querer "asesinar" la pintura, está hoy considerado como uno de los artistas más sobresalientes del siglo XX. La galería de arte Schirn Kunsthalle Frankfurt presenta, del 26 de febrero al 12 de junio de 2016, en una exposición individual concentrada, un aspecto hasta ahora poco discutido de la obra artística del pintor catalán: la predilección de Miró por los grandes formatos y una fascinación por el muro que representa el punto de partida de su pintura como el objeto que es reproducido y que, al mismo tiempo, determina la calidad física y háptica de sus obras. Miró se desligó de la simple reproducción de la realidad y equiparó el plano de la pintura con el muro. Creó la estructura de la superficie e intentó que el espacio de la pintura se liberara de sus límites. Su particular relación con el muro explica el cuidado con el que eligió y preparó sus materiales y fondos de las pinturas durante todo el proceso de creación. Confirió a sus cuadros la háptica y la textura de superficies de muros. Con lienzos de fondo blanco, yute crudo, placas de fibra, papel de lija o cartón alquitranado, el artista creaba mundos pictóricos únicos de excelente materialidad. La exposición en la Schirn comprende medio siglo de pintura, desde los emblemáticos cuadros de Miró The Farm / La Ferme (1921/22), pasando por sus apreciadas visiones oníricas de la década de 1920, la obra clave Painting (The Magic of Colour) / Peinture (La Magie de la Couleur) (del año 1930, sus obras y frisos de las década de 1940 y 1950 realizados sobre fondos de pintura no convencionales, hasta los trabajos tardíos como los monumentales y extraordinarios trípticos Blue I-III / Bleu I-III (1961) y Painting I-III / Peinture I-III (27 de julio de 1973). Con cerca de 50 obras de arte de importantes museos y colecciones públicas de todo el mundo, entre otras del Solomon R. Guggenheim Museum de Nueva York, la National Gallery of Art deWashington D.C., el Museo Reina Sofía de Madrid, y el Centre Pompidou de París, así como de importantes colecciones privadas, la exposición de la Schirn ofrece al público una nueva mirada sobre el arte de Miró.
"Joan Miró. Pinturas Murales, Pinturas Mundiales" en la Schirn Kunsthalle Frankfurt cuenta con el patrocinio de las fundaciones Dr. Marschner Stiftung, Ernst Max von Grunelius-Stiftung y Hessische Kulturstiftung. El proyecto recibe, además, el apoyo adicional de la fundación Georg und Franziska Speyer'schen Hochschulstiftung.
"Es fascinante la prioridad que adquiere el muro en la obra pictórica completa de Miró. Sus obras son vigorosas, monumentales y testimonian una originalidad extraordinariamente intensa, sobre todo cuando se observan directamente. Los admiradores de Miró, y posiblemente el público aun poco familiarizado con este pintor, descubrirán obras de arte inesperadas. La Schirn se impone constantemente la tarea de arrojar luz sobre los conjuntos de obras o los temas de obras artísticas menos tenidos en cuenta de los maestros de la historia del arte consagrados. La exposición mostrará aspectos esenciales que aportan nuevos enfoques para entender la obra de Miró", señala Max Hollein, director de la Schirn Kunsthalle Frankfurt, sobre el núcleo de la exposición.
La comisaria de la exposición Simonetta Fraquelli señala acerca del artista: "Miró observó, siempre desde el ángulo de su peculiaridad, tanto la realidad como su representación artística. Para él, el muro no era solo un objeto sobre el que se podía reproducir. Su materialidad era determinante para la intensa calidad física y táctil de su pintura. Logró poner en concordancia la materia real y el material de sus cuadros. Este alejamiento de la mera reproducción de la realidad en favor de una equiparación de la superficie del cuadro con el muro impregnó su obra completa".
RECORRIDO POR LA EXPOSICIÓN
Al comienzo de la exposición se encuentra la temprana obra maestra The Farm / La Ferme (1921/1922), en la que el artista reproduce de forma meticulosa, detallada y extraordinariamente poética la pared construida en el establo, así como la actividad en la granja de la familia Miró en Mont-roig, al sur de Barcelona. La pared con todos sus "defectos de belleza" tales como tallos de hierbas, brotes, insectos, manchas o grietas en el revoque, puede reconocerse con la mayor exactitud. Que el lenguaje visual de Miró se refiere a paredes simples y sin adornos, queda claro por la confrontación de la obra de arte con el trabajo en tres partes de gran formato Painting / Peinture alrededor del año 1973/74. Conservadas radicalmente y solo en blanco y negro, estas pinturas conforman también un contrapunto con los cuadros de Miró en colores luminosos. La exposición combina trabajos tempranos y tardíos, y agrupa obras con bases de colores similares o materiales cotidianos de igual naturaleza.
A mediados de la década de 1920, Miró goteaba y salpicaba colores sobre fondos marrones para generar la impresión de antiguos muros desmoronados. Nacieron así pinturas que recuerdan a los grafitis, por ejemploPainting Poem (Stars in the Sexes of Snails) / Peinture-Poème (Étoiles en des sexes d'escargot) (1925) oSpanish Flag / Drapeau espagnol (1925). Miró trabajó mucho en series; en toda su obra artística se encuentran repeticiones de determinados formatos. Junto a los fondos de los cuadros marrones, los azules representan el grupo más numeroso. La exposición muestra la pintura sobresaliente Blue / Bleu (1925) y algunas de sus ampliamente apreciadas visiones oníricas, como por ejemplo Painting (Figures: The Fratellini Brothers) / Peinture (Personnages: Les frères Fratellini) de 1927. El azul intenso de estos trabajos es cautivador y caracteriza a muchos de sus lienzos hasta la década de 1960, entre ellos el tríptico visualmente impresionante, de más de tres metros de ancho, Blue I-III / Bleu I-III (1961) y el cuadro de estilo friso Painting (For David Fernández Miró) / Peinture (Per a David Fernández Miró) (28 de noviembre de 1964). En la interpretación de estas y otras obras se equipara frecuentemente el fondo azul con el cielo. Sin embargo, el artista vinculó el azul con recuerdos de los muros salpicados con lejía de sulfito azul de las granjas de Cataluña, su patria.
Una de las obras clave de la presentación de la Schirn es la pintura Painting (The Magic of Colour) / Peinture (La Magie de la couleur) de 1930. Con su pobre y convincente materialidad y un lenguaje de formas reducido, remite como ningún otro cuadro a la pared en sí misma. Dos grandes puntos en rojo y amarillo, rodeados de un vacío dispuesto sobre fondo blanco, explican el intento de Miró de superar los enfoques tradicionales de la composición. Gracias a esta pintura se deduce la importancia de su famosa declaración de que quería "asesinar" la pintura, ya que cuestionó desde la base las reglas fundamentales técnicas y relativas a la composición de este arte. Miró renuncia aquí a toda alusión, a todo contexto poético. También aquí el blanco remite a las casas rurales blanqueadas de su infancia. En su afán por superar la pintura tradicional, Miró empleó ya a fines de la década de 1920 y en la década de 1930, fondos de pintura no convencionales, tales como lienzo no tratado, placa de fibra dura o papel de lija, y materiales como yute o papel alquitranado. Surgieron así trabajos con una textura y una materialidad particulares, como por ejemplo el collage en papel alquitranado Head of Georges Auric / Tête de Georges Auric (1929), los Signs and Figurations / Signes et figurations pintados sobre papel de lija de los años 1935/1936 o las Paintings / Peintures sobre masonita de 1936.
La exposición presenta, además, obras que reflejan la consideración de Miró sobre el comienzo de la guerra civil española, la situación política mundial de fines de la década de 1930 y los acontecimientos en el camino hacia la Segunda Guerra Mundial. Los cuadros completados con un estilo osado y pintados parcialmente sobre arpillera tosca, como por ejemplo Figures and Birds in the Night / Personnages et oiseaux dans la nuit(diciembre de 1939), se aproximaban a la pintura sobre pared desnuda. En 1937 Miró trabajó junto a Picasso para el pabellón de la República de España en la Exposición Internacional de París y creó su primer mural en un espacio público que fue considerado como un fuerte alegato político. Su interés por los formatos apaisados, que recuerdan a frisos de grandes dimensiones, se muestra por ejemplo en Women and Birds / Femmes et oiseaux (1945). Después de la Segunda Guerra Mundial, Miró se concentró con más intensidad en los trabajos en formatos visuales de tamaños monumentales. La Schirn Kunsthalle Frankfurt muestra la pintura de casi cuatro metros de ancho Painting / Peinture (1953) que marca el interés de Miró por murales monumentales y cerámica, al caracterizarse por una libertad gráfica especial, una enérgica aplicación de color, fuertes contrastes y una marcada plasticidad. El cuadro, ya comenzado en 1939 y recién terminado en 1960 The Awakening of Madame Bou-Bou at Dawn / Le Réveil de Madame Bou-Bou à l'Aube (1939 - 29 de abril de 1960), destaca por sus líneas blancas de trazo fino dibujadas tal como en una pared deteriorada y remite a los efímeros dibujos tardíos de las paredes en su taller "Son Boter" de Palma de Mallorca.
La enfática obra concebida en 1973 como tríptico Painting I-III / Peinture I-III ocupa un lugar especial en la exposición. Las atractivas manchas azules muestran la confianza inquebrantable de Miró en la fuerza inspiradora de las paredes desnudas y las ideas que, ligadas a la pintura mural, marcaron el expresionismo abstracto y que, además, testimonian su vitalidad artística sin límites en su avanzada edad. Miró daba la mayor importancia al hecho de que su arte fuera libremente accesible. Por ello, la exposición finaliza con la presentación de dos bosquejos extraordinarios a escala original para murales cerámicos en el espacio público. Para la sede central de la UNESCO en París creó Wall of the Moon (Cartoon for the UNESCO Mural) / Mur de la lune (Marquette Mur de l'UNESCO) y Wall of the Sun (Cartoon for the UNESCO Mural) / Mur du soleil (Marquette Mur de l'UNESCO), ambos en 1957. En los trabajos previos se evidencia su gran dedicación a la cerámica de gran formato y a las posibilidades que ofrece. Al mismo tiempo, estos trabajos representan de manera ejemplar la reacción artística de Miró frente a los dibujos casuales, los "defectos de belleza" de las paredes desnudas y su proceso de trabajo que, comenzando con un pequeño boceto o garabato, pudo convertirse en un cuadro de tamaño monumental.
Exposición en cooperación con Kunsthaus Zürich.