La exposición forma parte del festival PalmaPhoto 2014. Una de las capacidades más evidentes de la fotografía es la de fijar en una imagen aquello que necesariamente es efímero. Efímero en el tiempo y en el espacio, por ser fruto de la coincidencia de elementos en un lugar y en un tiempo determinados; efímeros también por la fragilidad de la materia en permanente cambio: la belleza va, viene o se mantiene; así, el carácter efímero de la misma va a estar sujeto al ojo de quien la encuentra y la inmortaliza cuando parecía ya perdida o en trance de perderse... La exposición se compone de nueve obras en blanco y nueve en color.