Descripción de la Exposición
A través de una práctica artística que es a la vez visual, textual, y performativa, Jill Magid forja relaciones íntimas dentro de las estructuras burocráticas, seduciendo, negociando con/y trastornando a la autoridad. Las obras de Magid a menudo toman la forma de cartas elípticas de amor que apelan a las cualidades humanas de los agentes de control. Estos cargados encuentros no sólo se basan en la confianza mutua, sino que también están llenos de complicaciones éticas y asimetrías sociales. A través de sus obras, la artista replantea la complejidad, la intimidad potencial, y lo absurdo de nuestra relación con las instituciones y el poder.Sus proyectos investigan sistemas aparentemente impenetrables, como la policía de Nueva York, el Servicio Secreto Holandés, sistemas de vigilancia, y, más recientemente, el legado del arquitecto Luis Barragán, infiltrándose y desestabilizando estas formas de poder.
Esta exposición se enfoca en las obras que giran en torno a Los Archivos Barragán, un proyecto a largo plazo y con varias etapas y entregas en que Magid examina el legado del arquitecto mexicano Luis Barragán (1902-1988) y plantea preguntas incisivas, radicales y pragmáticas, acerca de las formas de poder, el acceso del público y los derechos de autor que construyen un legado artístico.
En su testamento, Barragán dividió su archivo en dos partes. Junto con la gran mayoría de su arquitectura, su archivo personal permanece en México en su casa, la Casa Luis Barragán que ahora es un museo y Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. En tanto que en 1995, el archivo profesional de Barragán, incluyendo los derechos de su nombre y obra; así como todas las fotografías tomadas de la misma, fue comprado por Rolf Fehlbaum, presidente de la empresa de muebles suiza Vitra.
Los Archivos Barragán reunifica los caminos divergentes de los archivos personal y profesional de Barragán. Al explorar al Barragán oficial y al privado, el interés específico de los múltiples individuos, entidades gubernamentales y corporativas que se han convertido en guardianes históricos de los archivos, Magid envuelve directamente intersecciones complejas entre lo psicológico y lo judicial, la identidad y la repatriación nacional, los derechos de propiedad internacionales y los derechos de autor, la autoría y la propiedad, el cuerpo humano y el cuerpo de trabajo.
Con este proyecto el MUAC abre el debate político y ético sobre las condiciones presentes y futuras de la transferencia de la cultura patrimonial de un modelo de estado-nación a uno de entidades corporativas. La obra de Magid plantea preguntas esenciales sobre las consecuencias e implicaciones de que un legado cultural se convierta en propiedad privada corporativa y sobre las ramificaciones de su mercantilización en términos de afecto erótico o nacionalista en el contexto de la gestión de la cultura periférica en el capitalismo actual.
Uno de los capítulos de la obra de Magid sobre Barragán, La propuesta (2016) ha provocado un amplio debate en México, y Guadalajara, que ha llegado a tener eco en los medios. En esa fase de la intervención, Magid y familiares de Barragán acordaron tomar una fracción de las cenizas del arquitecto colocadas en la Rotonda de hombres ilustres de Guadalajara para hacer un diamante artificial que, engastado en un anillo, sirviera como medio de negociación con Federica Zanco, directora de la Fundación Barragan en Suiza , a fin de repatriar los archivos de Barragán a México.
Esta situación nos da la oportunidad de abordar un caso espinoso como La propuesta en el momento en que todavía no está neutralizado por la historia, es decir, cuando es un objeto efectivo de debate. Nos interesa hacer valer la obligación de las instituciones públicas de arte en dar lugar a la producción artística en su costado más polémico, en perspectiva de la inquietud que los temas que la obra de Magid convoca en relación a temas como a propiedad intelectual, el acceso a los archivos, la mercantilización de la cultura y la significación social del peso muerto de la cultura. "Una carta siempre llega a su destino”. Los Archivos Barragán refrenda el compromiso que el MUAC y sus curadores tenemos con el arte contemporáneo incluso en su función de poner en cuestión el gusto y activar la polémica ética en nuestra sociedad.
En paralelo a la exposición y consonante con el espíritu universitario, se sostendrán jornadas de reflexión en torno a las problemáticas y líneas de discusión que convoca un proyecto artístico como el de Jill Magid. Nos proponemos convocar en torno a la exposición a un debate ordenado y medido de las posiciones tomadas en torno al anillo en el afán de transformar la dinámica de escándalo, tan común en nuestro medio ante el arte polémico, en una situación de estudio y reflexión crítica. A estas jornadas serán invitadas todas las voces que han tomado parte del debate público en torno al Archivo Barragán. Algunas de las líneas de discusión serán: derechos de autor, propiedad intelectual, vacíos legales, la mercantilización de los archivos y la cultura patrimonial, entre otros .
En 2005, Jill Magid firmó un contrato con una empresa para ser convertida en diamante cuando muera. El contrato especifica el acuerdo para su transformación y los detalles de su futuro diamante. Tras su muerte, el diamante será elaborado con el carbono de sus restos cremados. Tendrá un corte redondo, pesará un quilate y se colocará en un anillo de oro. Hasta el momento de la creación del diamante, el anillo vacío, el contrato corporativo, el preámbulo de la artista y el Contrato del Beneficiario constituyen la obra de arte.
Mujer con sombrero
Mujer con Sombrero, Parte I de los Archivos Barragán, es el título de una serie de obras que exploran lo que sucede con el legado de un artista cuando es propiedad de una corporación y está sujeto a las leyes de un país donde no existe ninguna de sus obras arquitectónicas: ¿quién tiene acceso a él? O, lo que es más importante, ¿quién no lo tiene?
Mientras que la Fundación de Arquitectura Tapatía Luis Barragán, que posee el archivo personal del arquitecto en México, le abrió sus puertas, Jill Magid recibió constantes negativas para acceder al archivo profesional de la Fundación Barragán en Birsfelden, Suiza. Basándose en el archivo personal y la biblioteca de Barragán que Magid estudió en la Ciudad de México, la artista explora complejas situaciones personales e históricas a través de muebles, esculturas, fotografías y material filmográfico que hacen referencia al hogar y la vida del arquitecto - así como una grabación de audio con transparencias relacionadas con la correspondencia íntima que el arquitecto mantuvo con numerosas mujeres. Sin acceso al archivo profesional, la artista inserta en su lugar gestos e invitaciones con el fin de hacer espacio para aquello que no sabe y no puede ver. Tomando la ley de derechos de autor como materia prima de la obra, Magid enmarca libros como artículos prefabricados, evitando reproducir copias protegidas. Las ideas de obsesión y de propiedad frente a las de autoría y preservación del legado, se confrontan en esta investigación.
Cuarteto
¿Qué tipo de relaciones y negociaciones se forman en torno al legado de un artista? En Cuarteto, Magid considera a Barragán junto a la obra para televisión Quadrat de Samuel Beckett (autor al que Barragán admiraba). Cuarteto es una instalación y un performance. La pieza fue inspirada en una carta escrita al Artista por parte del Archivista: "Si es cierto que un libro es un diálogo con uno mismo, y con el autor, también es cierto que ahora, gracias a tu obra y empatía, este diálogo podría convertirse en un trío, o más bien en un cuarteto. Interpretémoslo juntos”.
Homenaje
En "Homenaje", Magid considera la renuncia a los derechos de propiedad intelectual a favor de compartir. Este concepto se explora a través de la relación mutuamente respetuosa entre el modernista de la Bauhaus, Josef Albers, y el preeminente arquitecto modernista mexicano Luis Barragán, ambos especialmente reconocidos por su uso del color. El título toma parte de la famosa serie de pintura de Albers, “Homenaje al cuadrado”, al tiempo que considera el homenaje particular de Barragán a Albers - su propiedad de dos reproducciones sin licencia de las obras de Albers. Supuestamente compradas por apenas un dólar en un centro comercial de Estados Unidos, estas reproducciones baratas impresas en tela difieren enormemente de las pinturas al óleo originales. Sin embargo, es un mito muy compartido que Barragán tenía dos pinturas originales de Josef Albers en su casa y las fotografías que muestran una de estas reproducciones colgada sobre la mesa de la sala del arquitecto se han convertido en un icono. Tal fue la admiración de Albers por Barragán que en lugar de desaprobar el hecho, se dijo complacido.
Ayudada por las precisas notas que Albers dejó en la parte trasera de sus pinturas sobre los colores, las marcas y la condición de cada una de las pinturas que utilizó, pero frustrada por muchos de los pigmentos que ya no existen, Magid crea sus propios 'Homenajes', replicando obras de Albers según sus propias instrucciones. Así, Magid cuestiona las nociones de autoría y originalidad, al entrar en la relación entre artista y arquitecto. Estos "Homenajes" se muestran en compañía de las sillas "Butaca" que Magid ha elaborado a través de un proceso de replicación, involucrando a otra figura en el intercambio de ideas. Las butacas son sillas plegables de asiento bajo que han existido en México durante siglos con diferentes versiones en cada ciudad. En los años 40, la diseñadora mexicana Clara Porset, nacida en Cuba, estudió este tipo de sillas y las reintrodujo con algunos cambios ergonómicos. Porset trabajó con Barragán, a quien también se le atribuyó una versión de la silla, y era además amiga de Albers, a quien le permitió trazar las dimensiones de su silla y reproducirla. Siguiendo la lógica de esta apropiación, Magid presenta su propia silla Butaca, elaborada trazando los contornos de la propia versión trazada por Albers. Tales trazos no pueden más que ser inexactos, explica Magid, "siempre un intento de reproducción", homenajes más que réplicas.
La propuesta
La propuesta, Parte II de los Archivos Barragán, se convierte en una emocionante e inesperada salva en el compromiso a largo plazo de Magid con Luis Barragán, la Fundación Barragán, los descendientes de Barragán, el gobierno mexicano y el legado creativo indispensable que los une. En 1995, el archivo profesional de Barragán, incluyendo el derecho a su nombre, obra y a todas las fotografías tomadas, fue comprado por el presidente de la empresa suiza de muebles Vitra, supuestamente como un regalo para su prometida, Federica Zanco; quien ahora es Directora de la Fundación Barragán. A través de la exposición pública de La propuesta, Jill Magid presenta a Federica Zanco el regalo de un diamante de dos quilates, creado con los restos cremados del cuerpo de Barragán y colocado en un anillo, a cambio del regreso de su archivo a México. La exhibición sirve como una contrapropuesta poética a la oferta de matrimonio de Fehlbaum a Zanco y como una radical interrupción de la negociación por décadas estancada.
La propuesta reúne con fuerza y elegancia las trayectorias divergentes de los archivos profesionales y personales de Barragán. Explorando las facetas oficiales y privadas de Barragán, así como los intereses personales de las múltiples entidades individuales, gubernamentales y corporativas que se han convertido en guardianes de los archivos, Magid establece directamente intersecciones complejas entre lo psicológico y lo judicial, la identidad nacional y la repatriación, los derechos de propiedad internacional y la ley de derecho de autor, la autoría y la propiedad, el cuerpo humano y el cuerpo de obra.
Ex-Voto
Un Ex-Voto, a menudo realizado como una pintura narrativa o una placa de estaño, es una ofrenda votiva presentada a un santo o a una divinidad en cumplimiento de un voto. En la exhumación de las cenizas de Barragán de la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres, Magid hizo a Barragán una ofrenda votiva: un caballo de plata pura, equivalente en peso a los 525 gramos de las cenizas que retiró de la urna, el cual quedó colocado de forma permanente en ella. Los Ex-Votos de Magid, colectivamente titulados Los Milagros, son una serie de cuatro caballos de estaño pintados que agradecen a la familia Barragán, al gobierno de Jalisco, al caballo de plata y al diamante, fabricado únicamente con los restos de Barragán. Un quinto caballo, el Milagro del Legado, será producido cuando el anillo sea aceptado y el archivo profesional, compartido con el público mexicano.
Actualidad, 02 may de 2017
La polémica muestra de Jill Magid abre sus puertas en el MUAC
Por Paula Alonso Poza
Jill Magid, que revisa el legado del célebre arquitecto Luis Barragán, se ha visto envuelta en una fuerte polémica por emplear cenizas del mexicano para elaborar un diamante que se ...
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