Descripción de la Exposición Jennifer Graber es una creadora bien conocida en el panorama artístico segoviano desde que en 1986, año en el que fija su residencia en Segovia, expusiera en el Torreón de Lozoya alguna de sus obras en la exposición que cerraba aquella edición del Curso de Pintores Pensionados, en la que participó en condición de becada. Desde entonces hasta ahora han sido numerosas las ocasiones en las que estas salas han recibido sus trabajos en muestras individuales que han ofrecido la incansable evolución de una artista siempre personal y fiel a sí misma: 'La obra de J. Graber ha evolucionado en los últimos tiempos hacia una progresiva sintetización. Las figuras/iconos simbólicos son como los personajes principales dentro de una puesta en escena de arrabales metafísicos de perspectivas imposibles' (Alicia Winter). En paralelo ha llevado una notable actividad creadora y expositiva dentro y fuera de nuestro país, tanto en el terreno de la pintura como en el del grabado, mostradas en exposiciones, certámenes y ferias de arte en Alicante, Madrid, Valladolid, La Granja de San Ildefonso, Barcelona, Palma de Mallorca, Valencia, Gante (Bélgica), París, Toledo, Velp Arnhem (Holanda), Gijón, Ávila, etc. Por su parte, Francisco Igeño ha desarrollado su actividad creativa en campos artísticos muy diversos, desde la pintura a la escultura, pasando por el grabado. Ha trabajado ocho años en el departamento artístico de C. Española; ha sido el creador de una escuela taller en Villalba (Madrid) y es asesor artístico de Arnal Atelier Galería. En la actualidad trabaja en la integración de esculturas en espacios naturales. Su actividad expositiva ha sido igualmente fructífera desde que en 1997 realizara su primera muestra individual en la Sala Serrano 19, de Madrid; desde entonces sus trabajos han podido verse en Vitoria, París, Alicante, Bilbao, Gijón, Karlsruhe (Alemania), Arnhem (Holanda), La Coruña, Hamburgo, Gante (Bélgica), Toulouse (Francia), siendo ésta la primera ocasión en que expone en el Torreón de Lozoya. De su obra ha apuntado Alicia Winter que 'se ha caracterizado por una constante búsqueda que la ha llevado desde el informalismo hasta una abstracción constructivista, sobria en sus principios, a una visión más lúdica en la que juega un papel importante la formalidad geométrica del plano pictórico en contraposición a los elementos 'orgánicos' que se repiten dentro de la trama, produciendo un efecto rítmico'.