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Cuando Jean Pfaff (Basilea, 1945) escribió esta frase en 1995 ya era un artista reconocido por su pintura monocromática y no-objetiva, basada en teorías del color y el efecto de la luz sobre la percepción anímica de la pintura.

Tras iniciar en los años sesenta sus estudios en la Academia de Bellas Artes, Munich, y postertiormente en la Facultad Superior de Bellas Artes de Hamburgo con Max Bill y Mavignier, Pfaff pudo profundizar una investigación analítica sobre la percepción física, ... fisiológica y psicológica del color. Afín a la tendencia de 'Radical Painting' que emanaba de Nueva York desde los inicios de los setenta con protagonistas como Brice Marden, Robert Ryman o Joseph Marioni, Pfaff embarca en una singladura que le lleva por los 'drip paintings' de Jackson Pollock a las obras monocromáticas de Ad Reinhardt, Rodchenko o Lucio Fontana, hasta llegar a 'una estructura que se base en cualidades ópticas y palpables de la pintura y del color y que aspire a transformar así la percepción de la realidad pictórica'. *

En 1992 Pfaff se traslada a Catalunya, instalándose en un pequeño pueblo de Empordà donde compagina su trabajo de pintor con proyectos de arquitectura, colaborando con arquitectos realizando intervenciones que estimulan el diálogo entre el color y el espacio. Sus delicadas modificaciones cromáticas en la arquitectura permiten una interacción entre el espacio interior y el exterior, enriqueciendo el ambiente del habitáculo, trabajos por los que es internacionalmente reconocido. Desde 1977 la pintura de Jean Pfaff se ha expuesto en las principales galerías y museos de Suiza y Alemania; en España su obra se expuso por última vez en 1999.

* Elizabeth Grossmann, Pinturas, Comisaria, Kunstmuseum des Kanton Thurgau, 1992