Descripción de la Exposición
"El lugar discontinuo" es un nuevo proyecto específico del artista avilesino Javier Riera para el patio y las salas de la planta baja del Palacio de Velarde.
"Javier Riera. El lugar discontinuo" es el decimocuarto proyecto de un artista contemporáneo que se lleva a cabo en la pinacoteca regional desde que este programa arrancara en el año 2013. Por él han pasado creadores como Javier Victorero, Maite Centol, Carlos Coronas, Francisco Fresno, Avelino Sala o Tadanori Yamaguchi, entre otros. Cada uno de ellos ha aportado su particular visión del arte a través de técnicas, montajes y obras de diferente índole con las que se evidencia la riqueza y diversidad creativa contemporánea. En esta ocasión, Riera trae dos instalaciones, varias piezas de vídeo y una serie de fotografías que ocuparán el patio y las dos salas de la planta baja del Palacio de Velarde. Además, y como algo totalmente novedoso en este programa de proyectos específicos, están programadas dos intervenciones en el jardín del museo asturiano que tendrán lugar en dos noches diferentes, cuyas fechas anunciaremos próximamente.
Javier Riera, formado inicialmente en Bellas Artes en Salamanca, completaría su aprendizaje artístico en los Talleres de Arte Actual del Círculo de Bellas Artes de Madrid. Hasta el año 2008, el artista avilesino se dedicaría a la pintura – un ejemplo lo hallamos en la sala 25 del Edificio Ampliación, donde se expone Sin título, un óleo sobre lienzo de 1998 -. A partir de entonces, y tras su exposición “Noche Áurea”, celebrada ese año en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Riera abandonaría la pintura para dedicarse por completo a la fotografía. Actualmente, el trabajo de Javier Riera va un paso más allá. A este respecto, el artista nacido en Avilés lleva a cabo proyecciones de luz con formas geométricas que realizada directamente sobre el paisaje. Para ello, Riera utiliza la fotografía, exenta ésta de cualquier tipo de manipulación. Se trata de un tipo de trabajo basado en una experiencia de intervención real sobre el espacio y el tiempo del paisaje, lo que le acerca a propuestas del Land Art.
Javier Riera ha llevado a cabo intervenciones en espacios públicos como el Parque de El Retiro de o el Jardín Botánico de Madrid, el Jardín de la Fundación Juan March, los Jardines del Turia de Valencia o los de Bonaval de Santiago de Compostela. Asimismo, también ha intervenido en parques de ciudades europeas como Praga, Bucarest, Zagreb, Aarhus, Durham (UK), Annecy o, estadounidenses como Miami.
Entre sus exposiciones institucionales destaca la ya mencionada en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía en 2008; la realizada en el Museo Barjola (Secuencias, 2010); Sincronidad del DA 2 de Salamanca (2014); Luz Vulnerada, llevada a cabo en el Centro Niemeyer en el año 2015; la colectiva Sector Primario (MUSAC, 2015); la titulada Luz natural. Un vacío siempre distinto, en el CAB de Burgos (2018) o Bonaval CGAC en Santiago de Compostela (2018).
Su obra se encuentra presente en colecciones como la del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, la Fundación Cajamadrid, la Fundación Princesa de Asturias, la Colección Banco de España, DA 2 Domus Artium o la nueva colección de Pilar Citoler.
El proyecto creado para el Museo de Bellas Artes de Asturias parte de la idea del lugar como metáfora de los procesos psicológicos y afectivos. En este sentido, la exposición se despliega a partir de dos elementos centrales: un pieza de vídeo y una instalación de luz y geometría.
La primera, alojada en la Sala B, puede verse como un reflexión sensorial a partir de imágenes de naturaleza en las que se introducen pasajes del escritor Albert Camus acerca de la imposibilidad de un conocimiento objetivo del mundo que se ven contrastados con otros textos en los que el paisaje es metáfora del devenir emocional.
Por otro lado, la instalación de luz tiene un carácter inmersivo y de ocupación escultórica del espacio, creando un flujo de imágenes abstractas en constante cambio, que se proyectan a través de capas de telas semitransparentes, dando lugar a un espacio meditativo diseñado para ser habitado, al menos transitoriamente, por el espectador.
La muestra se completa con una serie de fotografías y un vídeo, instalados en el patio del Palacio de Velarde, en los que queda de manifiesto, nuevamente, el modo de intervención sobre el paisaje de este artista avilesino, uno de los creadores asturianos contemporáneos con mayor proyección nacional e internacional. Un tipo de actuación que podrá disfrutarse en directo, como se anunciaba anteriormente, en otro de los espacios del palacio: el jardín de Velarde, sobre el que Riera hará distintas acciones que completarán el proyecto expuesto en el interior.
La exposición podrá disfrutarse hasta el 6 de febrero de 2022. Como viene siendo habitual, en torno a la misma se harán una serie de visitas guiadas para el público que tendrán lugar los días 14 y 17 de noviembre, a las 12:30 y 18:30 horas respectivamente, para las que será necesario inscribirse previamente.
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La idea de lugar ha sido tratada por diversos autores como un espacio sobre el que se da una proyección psicológica, afectiva y emocional que permite sentir un grado de identidad con los elementos que lo constituyen y lo dotan de sentido. El lugar supone también una acotación territorial, un ámbito unificado separado del continuo espacial, que puede ser habitado física o emocionalmente y se opone por su propia naturaleza coherente a la experiencia del espacio ilimitado.
Este proyecto, realizado específicamente para el Museo, parte de la idea del lugar como metáfora de los procesos psicológicos y afectivos. La mirada y la experiencia crean el lugar, pero la atención se dispersa en el modo de vida actual, diluye su propia naturaleza y reduce sus posibilidades de ser fértil. Por otro lado, la experiencia está constantemente interferida y reducida a cánones de interpretación compartidos, superficiales e impuestos.
El lugar actual se muestra discontinuo y alterado permanentemente, las imágenes suplantan el espacio y la comunicabilidad absorbe la experiencia. En la mente colectiva lo banal y lo excepcional son indistinguibles. El sentido del lugar como espacio fértil de soledad y encuentro interior se extingue.
Sin embargo, el mundo de los anhelos y emociones es el mismo y el instinto de búsqueda permanece. La mirada que se dispersa no hace sino distraer temporalmente la necesidad de indagación y encuentro. El lugar contemporáneo no permite estar detenido en él, conlleva un estado de cambio permanente o un caminar constante, asumiendo el carácter metafórico y transitorio de todo lo visto. Cierta imposibilidad de conocer en la naturaleza otra cosa que lo que proyectamos en ella y a la vez la necesidad ineludible de dar curso al mundo interno a través de las imágenes del mundo exterior. Ahora, más que nunca, estas se revelan como construcciones artificiales, proyecciones, reflejos o deslumbramientos quizá ilusorios pero necesarios como camino.
La exposición se despliega a partir de dos elementos centrales: una pieza de vídeo y una instalación de luz y geometría. La primera puede verse como una reflexión sensorial sobre lo expuesto anteriormente a partir de imágenes de naturaleza en las que se introducen pasajes de Camus acerca de la imposibilidad de un conocimiento objetivo del mundo que se ven contrastados con otros textos en los que el paisaje es metáfora del devenir emocional.
La instalación de luz tiene un carácter inmersivo y de ocupación escultórica del espacio, creando un flujo de imágenes abstractas en cambio constante, que se proyectan a través de capas de telas semitransparentes, dando lugar a un espacio meditativo diseñado para ser habitado, al menos transitoriamente, por el espectador.
Javier Riera, 2021
Exposición. 19 nov de 2024 - 02 mar de 2025 / Museo Nacional del Prado / Madrid, España
Formación. 23 nov de 2024 - 29 nov de 2024 / Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) / Madrid, España