Descripción de la Exposición En el mundo del Arte, en el que casi todas las temáticas ya han sido explotadas, el hecho de encontrar artistas y exposiciones con la capacidad de sorprender, resulta estimulante desde el punto de vista del visitante que persevera en su búsqueda de nuevas vías de expresión artística. Tal es el caso del artista Jaume Queralt, en su persistente investigación plástica. Hablamos de una artista que desde su aislamiento en su estudio del pequeño municipio de Alforja (Tarragona) -donde vive y trabaja- es capaz de desarrollar de manera simultánea diferentes líneas argumentales, que pese a ser complementarias, responden a razonamientos dispares e inciden en distintas maneras de entender la psique y la condición humana. Ciertamente, el proceso creativo de Jaume Queralt es poco o nada convencional. Es un artista que rehuye de la creación insípida y meramente decorativa. Para él, el Arte debe comunicar, debe transmitir, sino no tiene sentido y cae en la banalidad. Si a este hecho le sumamos la gran creatividad con la que se expresa y la intensidad con la que plasma sus propias inquietudes y temores a través de su pintura, obtenemos como resultado una obra realmente comunicativa, sensible, inquietante en algunas ocasiones, que incita a la meditación y que provoca en el espectador una profunda introspección y una acuciante necesidad de llegar, incluso, a cuestionarse los fundamentos mismos de la propia esencia del ser humano. El artista vuelca sobre la tela sus angustias y sus vivencias interiores, que son las que muchos otros tenemos, por esta razón comunica tan bien con el espectador. Todas sus obras responden a ejercicios reflexivos de investigación y a planteamientos madurados a nivel interno de manera muy espiritual. Sin embargo, pese a ese proceso de reflexión, que podría dar a entender que sus obras son premeditadas en exceso, su mano corre por el lienzo de manera muy libre y espontánea, guiada por su portentosa creatividad. También caería en el error quien pudiera pensar que toda esa carga psicológica podría dar como fruto obras con demasiado peso conceptual que se harían fatigosas de interpretar, pues ello también es falso. Sus obras tienen una lectura profunda, aunque agradable, al estar apoyadas en suaves contrastes cromáticos y en una manera de componer gratamente cautivante. Además de sus telas, el artista también presenta una serie de cajas-objeto, más próximas a la escultura que a la pintura, donde despliega con gran coherencia sus espléndidas dotes técnicas, pues Jaume Queralt es un artista con muchos y variados recursos técnicos. Recurre, en ocasiones, a un suave informalismo y a ligeros apoyos constructivistas, aunque su versatilidad hace que se mueva con soltura en el expresionismo, el simbolismo o el impresionismo, alternando abstracción con figuración. En definitiva, un artista muy completo, con una obra cargada de un onirismo absorbente y apasionante.