Descripción de la Exposición En la Grecia clásica, había un lugar que se consideraba privilegiado, presente tanto en el monte Academo como en el Liceo, al que las personas se dirigían para contemplar el kósmos, para disertar, para pensar, al que llamaban Jardín, un "huerto", en el que se cultivaban a la vez plantas y el entendimiento. El término zográphos también se utilizaba en Grecia para definir a los pintores, que eran "escritores de lo viviente". Como nos recuerda Pascual Quigard en El sexo y el espanto para el griego «El universo es un gran animal, el kósmos es un gran zóon, que el pintor (zo-gráphos) escribe.» En las imágenes de Jardín Zoográfico se confunden filosofía, filología y naturaleza. La naturaleza de las cosas, como la naturaleza humana, es un solo y mismo crecimiento. Physis en griego significa este brote, este crecer de todos los seres, sentido que también conservó en latín nasci: nacimiento. Es por eso que en las zoografías de este Jardín, conviven especies del reino natural con máquinas que produce la imaginación humana. En estas escrituras el signo alfabético se abre a la imaginación del lenguaje que utiliza la naturaleza para crear sus diversas formas de existencia, desde un pavo real a una palmera. El propio término signo deriva de semion (semilla). Por eso, las imágenes que "brotan" en este proyecto están conformadas por "semillas" que además inundan la luz del lienzo como partículas sonoras. Se construyen así, en este juego, entre pronunciar y escribir, especies cuyo nombre (perro, jaula, árbol, rostro, sombra, Mauro…) conjeturándose con el espacio blanco del papel, les otorga su alma e individuación. Estas zoografías son imágenes de voz que iluminan el kósmos de un jardín en el que se nos invita a escuchar, a utilizar las aberturas de la mirada como entradas de voz, a liberar los ojos y el pensamiento de lo aparente y a saborear la diversidad de las especies que crecen desde el cultivo (también culto, por qué no) de la escritura. La horticultura tiene cierta relación secreta con la ortographia. Las letras que se escriben sobre la línea del papel son similares al lugar en el que se depositan las plantas de los pies o las raíces de los árboles. Plantar un tomate o dibujar un rostro son para el zográphos Martín Caeiro la misma ocupación. En estas zoografías se produce un viaje de lo físico a la trascendencia, con el que accedemos a un aliento puro y de una vida intacta, de un canto y de un lenguaje inarticulados al que los antiguos llamaban pneuma. El pneuma es la semilla con la que están creadas todas estas imágenes y alienta la imaginación del jardinero que construye voces como la naturaleza hace al árbol.
Exposición. 18 feb de 2025 - 15 jun de 2025 / Museo Nacional del Prado / Madrid, España
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España