Descripción de la Exposición ------------------------------------------------------- ------------------------------------------------------- En octubre de 2009 ingresó en el Archivo Fotográfico de Barcelona el fondo Jacques Léonard. Se trata de un fondo integrado por unos 18.000 negativos, resultado de la práctica fotográfica -profesional o no- de este fotógrafo francés nacido el año 1909 cerca de París y establecido en Barcelona hacia el año 1950. Los recuerdos y su trayectoria vital explicados por él mismo en un mecanoscrito conservado por sus hijos es un cúmulo de anécdotas en el cual su vida azarosa, las experiencias profesionales y los viajes por todo el mundo configuran un personaje que cautiva por su energía, su saber y por todo aquello que descubrimos, intuimos o incluso imaginamos. Las temáticas del fondo Léonard, producto de su actividad profesional, son variadas. Francesc Català-Roca le pasó los primeros contactos y colaboró con La Vanguardia y La Gaceta Ilustrada, pero lo que hace que el fondo Léonard sea especial son los aproximadamente 3.000 negativos, la mayoría de formato medio y en blanco y negro, de tema gitano producidos después de casarse en el año 1956 con Rosario Amaya, una gitana de las barracas de Montjuïc. La excepcionalidad de este conjunto de negativos, producto de una actividad fotográfica de ámbito doméstico -no profesional-, no es sólo cuantitativa, sino también, y eso es fundamental, que son fotografías hechas desde dentro, con una cronología que va de principios de los años 50 a mediados de los años 70 del siglo XX. Estos negativos de temática gitana confieren a este fondo una singularidad absoluta tanto con respecto a la documentación de una etnia minoritaria como por el descubrimiento de un autor con una poética fotográfica propia que representa a los gitanos sin ninguna intención de provocar la compasión del espectador, ni tampoco convertirlos en la esencia exótica del tipisme cultural franquista. Esta circunstancia lo aleja de las aproximaciones intermitentes que durante los años 50 y 60 tanto la nueva fotografía documental como la retórica oficial hacían desde fuera. Eso no quiere decir que Léonard rompiera con la retórica humanista tan en boga durante los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial. En la exposición se exponen unos tirajes vintage que Léonard escogió para una exposición en París en 1961 que demuestran cómo la selección que hizo el autor se hizo con unos criterios de artisticidad más en consonancia con la fotografía humanista que con el registro etnológico. Este hecho no hace más que confirmar los gustos de la época y la complicidad que se establecía entre el fotógrafo-artista y un potencial público consumidor. La exhaustividad y la variedad de aspectos que toca su fotografía de ámbito doméstico de temática gitana nos sugiere, más bien, una intencionalidad etnológica y de inventario ante una extinción anunciada. Sus reportajes se caracterizan por su registro descriptivo. Por otra parte los títulos de las carpetas de los negativos evidencian su insistencia al documentar todos los aspectos de la cultura gitana: fiestas, religión, oficios, encuentros, bodas, etc. Todos estos elementos confieren en el fondo de Jacques Léonard un valor documental de primer orden. Pero es su mirada sobre el otro -el gitano, obviamente- aquello que confiere en este fondo una carga añadida en el sentido que su retórica documental es muy diferente de la de los suyos coetáneos. Sin despreciar el compromiso de los otros fotógrafos, algunos adscritos a la llamada nueva vanguardia, en documentar a la sociedad rehuyendo los estereotipos que expandía la imagen oficial de Barcelona durante el franquismo, hay que decir que aquellos autores siempre se movieron dentro de los parámetros de una representación fotográfica de los humildes que se caracterizaba por unos criterios absolutamente paternalistas. Ninguno de ellos hizo un verdadero documental sobre la etnia gitana. Aquellos autores, todos ya historiados, registraron escenificaciones folclóricas, gitanos que despertaban sentimientos compasivos o barrios de barracas, imágenes que iban del tipismo a la denuncia, pero que en ningún caso nunca tuvieron por objetivo la documentación de una etnia minoritaria, sino más bien la representación del elemento gitano desde una mirada que se reafirmaba cultural y sociológicamente en su externalidad, una forma de mirar que por otra parte era el que demandaban las clases medias de la ciudad que eran las que consumían aquellas fotografías que se editaban en libros y revistas. A Jacques Léonard su extranjería le sirvió para trabajar libremente, sin participar de las complicidades culturales que se habían establecido entre sus colegas y las clases medias barcelonesas. Pero acabó pagando un precio muy alto: el aislamiento y finalmente, cuando el año 1972 se mudó al nuevo barrio de La Mina con su familia, el olvido más absoluto. La honestidad de su trabajo documental fue la causa de su propia invisibilidad. Con Jacques Léonard. Barcelona gitana el AFB recupera un autor y pone al alcance del público un gran fondo documental sobre la cultura nómada más antigua de Europa. De esta manera el Archivo contribuye a la revisión de una narración del documentalismo de los años 50 y 60 que siempre ha sido marcada por un componente un tanto endogámico y no exento de una cierta ufanía barcelonesa. Por otra parte el Archivo Fotográfico con esta exposición pone sobre la mesa la cuestión de cuáles pueden ser los límites del patrimonio fotográfico ya que el material expuesto, lejos de tratarse del producto de una actividad profesional o de un amateurismo fotográfico comme il faut, es la selección de unas fotografías realizadas en el ámbito doméstico. Sin lugar a dudas la recuperación de este autor y de su práctica fotográfica constituyen una aportación de gran valor a una narración más compleja sobre la fotografía hecha en Barcelona.
El Archivo Fotográfico de Barcelona presenta la exposición Jacques Léonard. Barcelona gitana , una selección de fotografías sobre la comunidad gitana de la ciudad (1950-1970). Léonard se casó con una gitana de Montjuïc y este hecho ha permitido que sus fotografías constituyan posiblemente el fondo fotográfico sobre cultura gitana más importante del s. XX. La exposición muestra una selección de 80 fotografías, entre tirajes actuales de negativos originales y tirajes vintage, una vitrina dedicada a la biografía del fotógrafo con libros y fotografías y se presenta un audiovisual producido por Curt Ficcions Curt Produccions y dirigido por su nieto Yago Leonard.
Grandes Eventos, 08 jun de 2011
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