IV Premio Internacional de Carteles MAKMA ‘Felicidad/Infelicidad’
El cartel como mapa y territorio ilustrado de las contradicciones humanas
De la felicidad no sabemos de cierto -apunta el filósofo Fernando Savater- “más que la vastedad de su demanda”. Es por esa vastedad, asociada al aumento de la esperanza de vida en Europa -que en apenas un siglo y gracias a la revolución científica aumentó en más de 50 años, hasta superar los 80-, por lo que hablar de felicidad se torna complejo, aunque, sin duda, estimulante, porque su búsqueda se ha convertido en algo prioritario para los ciudadanos de las ya de por sí hiper estimuladas sociedades desarrolladas.
Una felicidad que muchos vinculan con el placer, pero que escapa a su encorsetamiento fisiológico, al igual que no se atiene tampoco a la idea, tan divulgada, de que dicha felicidad la procura el dinero o el éxito profesional. Según un estudio de la Universidad de...Harvard, iniciado en 1939 y concluido en la actualidad, el factor principal para lograr tan ansiada felicidad se encuentra en el hecho de tener buenas relaciones personales.
Sea como fuere, lo cierto es que la felicidad obedece a una serie de factores externos -entre los que se pueden encontrar los anteriormente mencionados-, pero, en tanto estado emocional, se halla igualmente requerida por deseos íntimos difíciles de catalogar. Es más: diríase que la felicidad, en muchos casos, se aviene mal con la consecución del objeto anhelado, caracterizándose más por la emoción que provoca su simple búsqueda.
Dada la vastedad de su demanda, anteriormente apuntada, y las múltiples variables que entran en juego a la hora de perseguirla, podríamos decir que la felicidad se encuentra siempre allí donde uno no está o donde, habiendo estado, se la echa de menos por haberse presentado sin apenas advertir su dicha.
Como dijo el psicoanalista Carl Gustav Jung, “el término felicidad perdería todo su significado si no fuese compensado por la tristeza”, con este añadido de Woody Allen: “Estar feliz es amar. Ser feliz, entonces, es sufrir, pero sufrir nos hace infelices. Por lo tanto, para ser feliz se debe amar, sufrir o sufrir de mucha felicidad”.
Valga este amplio muestrario de conjeturas en torno a lo que pueda ser la felicidad, para conminar a cuantos se sientan concernidos por tan escurridiza temática a que presenten sus trabajos al IV Premio Internacional de Carteles MAKMA que, bajo el lema de ‘Felicidad/Infelicidad’, pretende someter a reflexión un anhelo caracterizado por emociones dispares y muchas veces contrapuestas.
Entrada actualizada el el 11 may de 2023
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