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(…) Hemos emprendido todos nosotros (artistas, fotógrafos, diseñador y comisaria) esta azarosa aventura, hace ya tiempo y animados desde el inicio, a buen seguro, por el esperanzado fulgor de un metafórico viaje, que inicia ahora trayectoria en el magnífico espacio del Centro Cultural Cajastur Palacio Revillagigedo de Gijón, patrocinado por la Caja de Ahorros de Asturias. Concluirá más adelante, en 2007, en la sala internacional del Centre de la ... Gravure et de I’Image Imprimée de la Louviéere (Bélgica), institución internacional especializada en la obra gráfica.

Los viajes, entendidos como traslado geográfico o como experiencia vital, íntima y profunda, jalonan la vida de estos veinticinco grabadores, enriqueciéndola con numerosas aportaciones materiales, múltiples evocaciones espirituales e imborrables recuerdos. La sabiduría adquirida durante los múltiples traslados inunda, consciente o inconscientemente, los intersticios de sus trabajos.

Desde esta perspectiva, el tema del viaje, aplicado a lo artístico, se abre a la interpretación plural y ambivalente, por cuanto ofrece un caudal infinito de posibilidades creativas. Al incorporar tan amplio grado de subjetividad, el viaje, como éxodo, como traslado, como camino, senda, itinerario o trayectoria es ciertamente asunto propicio a la especulación estética, argumento que impele a la reflexión intelectual y que amplifica, por lo mismo, el registro expresivo plástico y literario.

Planteada como una síntesis de medios y de tendencias, la muestra integra veinticinco artistas, regionales comprometidos con la creación gráfica contemporánea, entendida como mestizaje estético, simbiosis de técnicas y de procedimientos heterodoxos. La veteranía de Antonio Suárez encabeza por derecho propio este elenco de grabadores regionales, que integra un dilatado arco cronológico de cincuenta años en total. En el otro extremo, la joven artista Laura Blanco cierra filas, al constituirse ahora en la benjamina de nuestro particular viaje artístico. En medio de ambos, varias generaciones de artistas de acreditada solvencia y reconocido prestigio también han accedido a aportar su contribución personal a esta muestra con tres estampas concebidas ex profeso para la misma.

Por fortuna, la configuración de una producción creativa de signo estrictamente regional ya ha quedado sobrepasada. Por el contrario, en comparación con otras colectivas de obra gráfica, vislumbramos ahora una formulaciones mucho más independientes, arriesgadas y también más valientes en lo que a concepto y resolución conciernen. Prevalece la aportación en clave personal, descarnada a veces y doliente en muchas ocasiones, tratándose en todos los casos de una creaciones nobles y sinceras que condensan la experiencia vital, cultural y emocional de cada uno, canalizadas por medio de unas propuestas procedimentales audaces y arriesgadas.

Los constrictivos formatos, los soportes tradicionales, las técnicas más canónicas y puristas inducen constantemente al grabador a la ruptura, a la transgresión audaz y sorprendente. Sin cesar, los artistas experimentan otros efectos procedimentales, más versátiles, prolijos y complejos. Si añadimos a lo dicho, una sintaxis formal simbiótica y enriquecedora, que induce a la hibridación de técnicas y de géneros, de tal manera que ahora incluso la cerámica y la fotografía devienen grabado y se incorporan a la estampa, ésta deja de entreverse en el plano unívoco y tradicional. Podemos integrar ahora, sin duda, la obra gráfica dentro de los cauces de una propuesta plástica compleja y matizada, porque surge desde una óptica estética amplia, abierta y universalizadora. (…)