Descripción de la Exposición
Desde 2012 Irene Kopelman (Córdoba, Argentina, 1974) ha trabajado en una serie de proyectos que responden a su interés en la historia del color entendida esta como una forma de categorización de la investigación científica. Con el objeto de consolidar sus propios análisis, Kopelman ha realizado viajes por geografías singulares en las cuales un color prevalece sobre el paisaje, experiencia que da origen a los trabajos que después desarrolla en su estudio.
La fascinación de la artista por el amarillo provino del descubrimiento de una rica variedad de lugares en escalas de este color y de las intrigantes semejanzas con la superficie de otros planetas.
El panorama donde predomina este tinte es el resultante de varios factores como la presencia de microorganismos (termófilos) en aguas termales, las variaciones del óxido de hierro presente en dichos espacios y distintas cualidades de la piedra arenisca. La excepcional magnitud y variación de esta realidad pigmentada hace que la escala sea uno de los elementos primordiales al acometer estos proyectos.
Uno de estos lugares es el Cañón del Ocre en Famatina, una zona rica en minerales que forma parte del actual promontorio quebrado de las Sierras Pampeanas ubicadas en la parte central de los Andes, en Argentina. Famatina está asociada en primer término con el agua ácida que se crea cuando las rocas que contienen minerales sulfurados se exponen al aire y a la acidez natural del agua de lluvia, los cuales a través de una reacción química producen ácido sulfúrico. Parte de este desarrollo está dado por la meteorización o descomposición de las rocas, pero se agrava por el impacto humano con el uso del drenaje ácido y disolventes a gran escala en la minería.
Las expediciones que Irene Kopelman efectuó con científicos a Famatina fueron el comienzo del proceso durante el cual realizó dibujos, tomó fotografías e incluso creó planchas o tablas de colores. Estos viajes fueron una oportunidad para acumular vivencias y materiales, de modo que la experiencia se desdobló en diferentes medios, resoluciones y formatos, incluidas las abstracciones incorporadas a través de la pintura y la escultura. Aunque los dibujos nacieron mediante la observación del paisaje in situ, este se filtró visualmente en formas que se volvieron retazos de abstracciones de un inmenso horizonte. Las pinturas las contextualizó en un proceso a largo plazo que implicó una exploración de los colores (casi su disección) y de los elementos escultóricos que deconstruyeron el paisaje como referente de texturas y fragmentos en particular.
Amarillos reúne así un cuerpo de trabajo que abarca un campo de investigación definido en torno a la relación del ser humano con la naturaleza y el paisaje. A partir de algunos elementos fijos, Irene Kopelman -quien vive y trabaja en Ámsterdam- abre espacio a una reflexión sobre la imposibilidad de controlar el mundo, a lo inasible del conocimiento, a la necesidad de incorporar otros agentes en la ecuación y a abrir posibilidades diversas de pensar en el planeta.
Exposición. 19 nov de 2024 - 02 mar de 2025 / Museo Nacional del Prado / Madrid, España
Formación. 23 nov de 2024 - 29 nov de 2024 / Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) / Madrid, España