Descripción de la Exposición
Por Yanet Oviedo Matos
Ha llegado el momento del acto, la encrucijada perfecta donde el espacio, el tiempo y la experiencia comulgan de forma efímera. La sala ha sido arreglada al detalle como si fuera una especie de ritual o acto de fe. Y la obra está a punto de comenzar, o quizás ya ha comenzado justo antes de la puesta en escena. Ha sido un largo camino estrenar y colocar cada objeto en su lugar, asignarle un rol que nos permita acercarnos o distanciarnos. Todo ha sido colocado en un entorno y el registro pictórico en el que se articulaban documentos, archivos, fragmentos de historia y memoria ha cobrado vida en el espectro físico y procesual, en el que una suerte de escenografía reticular expande el contexto bidimensional, diagramando una especie de nueva cartografía.
Al traspasar el umbral de la galería, que se deconstruye y construye como vehículo e hipervínculo, se abre el telón. Ahí comienza el desafío ante el cuasi-extraño cruce de realidades. Un despliegue de tendedero, como un abanico que emerge entre sábanas, manteles y colchas, sobre el que se ha utilizado una proyección a modo de dibujo intertextual. Pero la sala aún no está completa, en el perímetro interior; objetos y muebles dialogan entre los sonidos habituales de un hogar, que luchan al compás de una armonía contra el tiempo.
La galería se ha transmutado en casa, la casa se ha resuelto esta vez a partir de la dramaturgia de un loci teatral, que funciona como una parábola de la que equidistan sobre un mismo eje, la naturaleza misma del hábitat y la metáfora análoga de su representación. Y el “intruso” es entonces asumido como mediador, capaz de reorganizar y cuestionar la urdimbre de un tejido que se debate entre micro y metarrelatos. El intruso se entiende en sus múltiples personajes en este encuentro, el de antropólogo social y cultural, el de escenógrafo y artista, el de espectador como parte de una audiencia. La casa es la exposición misma, el epicentro contenedor que nos adentra en una reescritura del espacio a partir de las múltiples y rizomáticas interacciones desde donde se estructura y despliega el ser social, el individuo en toda su complejidad y donde subyace como escenario, la amalgama de códigos y elementos simbólicos que nos ocupan en la cotidianidad.
Territorios íntimos han sido exteriorizados, apropiados, profanados a través del hecho artístico que nos somete a una relectura desde la capacidad de discernimiento. Hogar, tal vez objeto individual o colectivo, tal vez sinónimo de cultura y sujeto. Todo lo que ha sido, ha sido resignificado. La catarsis se desvela en el redescubrimiento.
Se contrastan las luces, comienza el IV Acto. Creemos recordar algunas imágenes, hacemos una especie de autopsia psicológica, pero la extrañeza del espectáculo nos aleja del yo y nos desafía a entender cómo nos habitamos. Es hora de recordar a Brecht; quizás todo esto no sea más que puro teatro. No hay señales, solo expectativas, nadie nos preparó en esta simulación.
Exposición. 31 oct de 2024 - 09 feb de 2025 / Artium - Centro Museo Vasco de Arte Contemporáneo / Vitoria-Gasteiz, Álava, España