Esta es la segunda oportunidad, en que Dolores Claver y Juanjo Fusaro deciden realizar una exposición juntos en el Centro Cultural Borges. Y en varios sentidos esta elección, da cuenta de más similitudes que diferencias. Aunque ambos optan por diferentes paletas de colores, en el proceso de construcción de sus obras, se pueden observar algunas intersecciones relevantes, que nos van a permitir hablar de elementos comunes: Ambos nos proponen una nueva realidad, expresando un informe sobre el espíritu o sobre el alma. Aunque absteniéndose, tanto del hecho de aplicar la pintura con una intención consciente, como de la idea de poseer una idea preconcebida del aspecto que debe adoptar un cuadro. Como si sus manos fuesen dejadas a un libre albedrío. Y estas tuviesen la capacidad de crear las imágenes. Mecanismo que procede del resultado de las actitudes, más que del empleo elaborado de un discurso formal. Y en este...sentido las razones están dadas, por ese ingrediente que surge, cada vez que las emociones predominan, sobre la voluntad de alcanzar objetivos meramente formales.
Intermitentemente, y con cierta periodicidad aparecen artistas, que sin tener un aprendizaje académico adquieren el dominio y el control de un lenguaje artístico. Y lo hacen por pura pulsión vital…por una íntima creencia. Este es el caso de Dolores Claver y Juanjo Fusaro, quienes ante todo, eligen permanecer fieles a sus principios interiores.
Entrada actualizada el el 19 dic de 2018
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