Fernando Colomo conocido especialmente por su excelente labor cinematográfica, presenta ahora en la Galería Kreisler su personal y exquisita obra pictórica.

Casi oculta a los ojos del gran público, la luminosa e íntima obra del artista se nos revela ahora en una suerte de delicadas escenas de la vida cotidiana, tanto de la de los seres que le rodean como de la de los personajes y lugares que ha visitado en sus múltiples viajes.

Son retazos de vida que su retina capta y sublima, son pequeños momentos, detalles de un lugar, el color del mar, un objeto o una mirada que se pierde en el horizonte.Su visión al fin y al cabo de la intimidad, ese sutil entramado de emociones y momentos de ... los que está hecha la vida privada de los seres humanos.

Todo ello lleno de luz, con una composición clásica y bien estructurada con especial interés por el estudio de la perspectiva que se distribuye en planos sucesivos hasta perderse en los fondos paisajísticos de algunas de sus obras,

especialmente en los interiores.

Toda la obra que nos presenta Fernando Colomo destila sensibilidad y calma, pero no debemos engañarnos por ello y observar en cambio los matices de melancolía y soledad interior que los personajes que transitan ensimismados o en leve conversación por sus cuadros, nos transmiten dejando ver la reflexiva visión interna que el artista realiza sobre el auténtico sentido y significado de la vida.