Descripción de la Exposición ------------------------------------------------------- ------------------------------------------------------- Gabriele Basilico lleva veintinueve años haciendo fotografía de arquitectura, con predilección por el paisaje urbano. Aunque su trabajo se centra en la forma de los edificios, en las fachadas, esquinas, superficies, volúmenes y profundidad, también se dirige a lo que se halla fuera de la línea del horizonte y que contribuye al “diseño” del espacio urbano: señales de tráfico, vallas publicitarias, autovías, cruces de carreteras. Este profundo interés por la arquitectura empezó en 1978, año en el que acomete su primer proyecto fotográfico de carácter arquitectónico, centrado en el extrarradio de Milán. Desde entonces no ha dejado de viajar por todo el mundo interrogando la arquitectura de las ciudades que ha visitado. Una investigación que le ha llevado a fotografiar especialmente ciudades en transformación, aquellas en las que los signos de los cambios se hacen evidentes. Su inquietud hacia el medio fotográfico se remonta a su época de estudiante, cuando estudiaba arquitectura en el Politécnico de Milán. Tras terminar la carrera, decide consagrarse por entero a la fotografía.
El fotógrafo italiano es el ganador del Premio Internacional de Fotografía de Arquitectura 2007 que concede la Fundación Astroc. La exposición recoge parte de su obra más reciente y hace especial hincapié en el último trabajo, inédito y aún en proceso, que el artista realiza en Moscú. La exposición recoge también, entre otras, fotografías de Estambul, Barcelona, Buenos Aires, Beirut y San Francisco, éstas últimas parte de la misma serie que el fotógrafo exhibe en estos momentos en el SFMOMA (San Francisco Museum of Modern Art) de la ciudad californiana. Comisaria: Oliva María Rubio.
Ligados al área industrial urbana de su propia ciudad, los primeros trabajos de Gabriele Basilico, que se integran en el proyecto Milano, ritratti di fabbriche, realizado entre 1978 y 1980 y publicado en 1981, se hallan fuertemente influenciados por el trabajo metódico sobre edificios industriales de la pareja de fotógrafos alemanes Bernd & Hilla Becher. Gabriele reconoce que en esos momentos estaba seducido por el modo en que el lenguaje seco y frontal de los Becher describía dichas construcciones, por el sistemático proceso de catalogación a que eran sometidas, por su naturaleza serial. Pero, ya entonces, hay algo que separa su obra de la realizada por estos autores: un mayor interés por el espacio y el lugar, y no tanto por las tipologías, característico de los Becher. Esas diferencias se agudizarán a partir del gran trabajo sobre la costa del Norte de Francia que realiza en 1984 y 1985, en el marco de la Mission Photographique de la DATAR (Délégation à l’Aménagement du Territoire et à l’Action Régional), un proyecto de gran envergadura promovido por el gobierno francés y encargado a un grupo de fotógrafos franceses y extranjeros con el objetivo de documentar las transformaciones del paisaje nacional. Gabriele Basilico elige fotografiar la costa norte: de Dunkerque a Mont-Saint-Michel. Una selección de imágenes de ese proyecto es incluida en el libro Bord de mer (1990). La frontalidad, el punto de vista cercano y la especificidad de los edificios industriales del extrarradio de Milán dejan paso en este trabajo a una fotografía en la que se amplía el punto de vista, se introduce el paisaje natural y se profundizan las perspectivas. Unas imágenes en las que el cielo y la tierra parecen juntarse y en las que la fuerte presencia de las nubes confiere a esos paisajes un aire fantasmal, cargado de melancolía; una atmósfera casi metafísica de tiempo detenido. Lejos parece quedar la dureza y frialdad de sus primeros referentes.
En líneas generales, ese modo de fotografiar, que deja espacio a la contemplación y alienta la lentitud de la mirada, se mantiene en otro encargo que Gabriele Basilico recibe en 1991 para documentar Beirut, la capital libanesa devastada tras quince años de guerra, antes de su reconstrucción. En el proyecto, dirigido por la escritora libanesa Dominique Eddé, se implican, junto a Basilico, los fotógrafos Robert Frank, Josef Koudelka, Raymond Depardon, René Burri y Fouad Elkoury. Un trabajo sobrecogedor que muestra las heridas de una ciudad rota, arruinada por la acción del hombre: edificios derruidos, calles destrozadas, escombros, ruinas modernas que parecen antiguas, soledad de calles y casas abandonadas; heridas de un mundo cruel en el que tantas esperanzas han naufragado. Una ciudad fantasma, desierta, donde aún percibimos el aliento de sus habitantes, cuya presencia es denotada por su ausencia. Aquí y allá, unos matojos de vegetación se cuelan entre las ruinas, quizá como una señal, como un indicio de vida y esperanza en un futuro mejor. También en esta ocasión, algunas perspectivas se extienden dejando ver un panorama de desolación y unos cielos que anuncian tormentas. Las fotografías de Gabriele Basilico sobre Beirut se alzan como monumentos quebrados por la acción demoledora del enfrentamiento entre los seres humanos, como símbolos de las atrocidades de la guerra, pero también como recuerdo de la fragilidad y precariedad de la vida en el mundo convulso en que vivimos.
Milán, Lisboa, Estambul, Beirut, Buenos Aires, París, Barcelona, Londres, Turín, San Francisco, Montecarlo… El trabajo de Gabriele Basilico se ha convertido en una especie de work in progress, un viaje inacabado, siempre en construcción, que nos proporciona una visión privilegiada, con sus puntos de vista frontales, sus amplias perspectivas, sus tomas en picado o contrapicado, de las transformaciones que sufren nuestras ciudades. “Veo la ciudad como un cuerpo que respira, un cuerpo en crecimiento, en transformación, y me interesa captar sus signos, observar su forma, como un médico que investiga las modificaciones del cuerpo humano. Busco continuamente nuevos puntos de vista, como si la ciudad fuera un laberinto y la mirada buscara un punto de penetración”, señala el artista. De su mano vemos cómo algunas ciudades se extienden hasta el infinito, impidiéndonos vislumbrar el horizonte, haciéndonos perder la noción de los límites geográficos, de las fronteras exteriores, lo que dará lugar, como señala Paul Virilio en El cibermundo, la política de lo peor (1997), “al establecimiento de fronteras en el interior (entre las bandas, las clases sociales o étnicas)”. Con él viajamos a la periferia, allí donde las moles de edificios anodinos, todos iguales, nos hablan de esa arquitectura de masas donde se hacinan miles de personas y donde la belleza ha desaparecido por completo. Sus imágenes evidencian cómo los bordes, los límites de la ciudad, se difuminan y los edificios se dan de bruces con el campo conquistando nuevos terrenos día a día.
Las fotografías de Basilico dan cuenta igualmente de la falta de imaginación en la planificación de las ciudades: en todas ellas vemos aparecer los mismos edificios, los mismos rascacielos elevándose al cielo, las mismas moles de construcciones que se erigen junto a barriadas populares, como un presagio de su próxima desaparición. Las ciudades pierden su identidad para formar parte de esa especie de “ciudad global” que se extiende por todo el mundo, donde se pierden las referencias y tenemos dificultad para orientarnos, donde el contacto entre las personas se dificulta ante la carencia de lugares de encuentro que nos acerquen. Esa idea de ciudad que queda desprovista de su forma y configuración, que se dispersa, tomando el suburbio como frontera, así como su visión de los cambios en el tejido del paisaje urbano, están recogidos en su libro Scattered City (2005).
Las ciudades son, para Gabriele Basilico, campos de investigación. Esa mirada preñada de una cierta melancolía y ternura que las impregna de calidez y las hace más humanas no impide ver las fallas de una arquitectura que iguala y homogeneiza nuestras ciudades en detrimento de su identidad y personalidad.
Exposición. 13 dic de 2024 - 04 may de 2025 / CAAC - Centro Andaluz de Arte Contemporáneo / Sevilla, España
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España