Jordi Tolosa es el autor de una obra escultórica intimista que en lugar de querer reproducir de forma mimética las formas de la vida y del hombre, gira la mirada hacia su interior para a partir de este momento expandirse, comunicarse e interaccionar con el espectador.

Se trata de una obra absolutamente reflexiva sobre temas relacionados con cuestiones inherentes al ser humano. La exposición se organiza alrededor del mundo interior del autor y del mundo imaginario. El micro mundo y el macro mundo y la relación que hay entre ellos. Habla de todo lo que tiene que ver con la introspección del artista, a través de los sentidos podemos ver reflejadas sus emociones. Encontramos un 'Autoretrato' llenos de ideas y de sensaciones, un cubo lleno de 'Tristeza' y otro muy ligero y transparente 'Nothing', ... que significa la nada. Lo imaginario lo explica con pequeñas cajas a las que el autor denomina mundos dónde se puede encontrar un pez, unas bolas, unas letras... Un montón de conceptos diferentes, en definitiva, una manera de explicar que en cada mundo particular tiene cabida una realidad diferente. El espectador puede interactuar en cada una de estas esculturas: mirando, tocando, moviendo, para al final entrar en el mundo del artista y compartirlo.

El cubo es una figura geométrica presente en diversas piezas de la exposición. Nos muestra solidez por un lado, pero al mismo tiempo siempre hay una que no se puede ver. El cubo '43 kg. Tristeza' nos habla de una forma muy contundente de este sentimiento que podemos tener, pero que no podemos ver en su totalidad, siempre hay una parte que queda oculta.

Encontramos también en la exposición contrastes interesantes. 'One day of Darkness', una escultura de acero expresa la oscuridad, contraria a la fragilidad y a la transparencia de 'Nothing'.La misma forma geométrica, las mismas medidas pero diferentes materiales para expresar sentimientos diferentes.

El mundo interior y el mundo exterior giran alrededor de los sentimientos y alrededor del lenguaje y de la palabra. 'Poema' o 'Poema transparente' son un ejemplo de ello.

Jordi Tolosa con su lenguaje particular consigue que cada una de sus esculturas sean poesías en las que podemos interactuar.