Descripción de la Exposición
La obra fotográfica y pieza audiovisual tienen su origen en el intento de salvar el último rebaño de cabras que vivían en el Campo de Fuendetodos pastoreadas por Pepe Gracia, el último pastor de cabras de catorce que había en la localidad natal de Goya.
“Inmemoriam Caprinam”, no solo hace honor a la dignidad de la vida rural representada en la historia que cuenta, sino que reevindica la necesaria compatibilidad de las economías familiares vinculadas a la actividad alimentaria del sector primario, con la nueva economía de las energías alternativas. El Fuendetodos que vió nacer a Goya disfrutaba de la música y de la impronta de centenares de cabras que correteaban por sus campos, y que hacían de esta actividad económica una de sus señas de identidad. Hoy en lugar de cabras, solo quedan nuevos molinos de viento frente a los que Pepe Gracia, el último pastor, perdió la batalla.
La derrota del pastor por mantener su rebaño en los campos de Zaragoza, es también la contienda perdida de los zaragozanos ante su sustento saludable y de proximidad. La ganadería extensiva se convierte en intensiva con el correspondiente maltrato animal que es de más o menos intensidad según los ojos que lo miran.
Pero no es ésto sólo un homenaje a Pepe y sus cabras, sino que también se trata de mi particular ensayo que se inspira en el pensamiento emancipado de la obra Goya, “Los Caprichos” (capricho viene de capri=cabra macho) y no es casual que el entorno en el que nace su autor fuera caprino. La cabra inspira independencia y autodeterminación para disentir de lo que evidentemente no funciona y amenaza nuestra supervivencia. Persiste en mí el ánimo a iniciar caminos en solitario, lejos de lo gregario, como ya hizo el pintor con su obra-denuncia. Así, el hecho de utilizar el género del retrato para representar cabras es mi forma de darles la dignidad y el agradecimiento de habernos alimentado.
En “Los Caprichos”, la metáfora animal es constante, y no es aquí el lugar para profundizar en ello. Sin embargo, quiero dejar constancia de otro de las referencias goyescas que también me han influido de forma considerable, como lo es el hecho de que poco tiempo después de la muerte de su mujer, mientras realizaba los desastres de la guerra, hizo los mejores y más actuales bodegones. Así lo cuenta Vanessa Quintanar en su artículo “La comida “asesinada”: Bodegones de Goya (1800-1812)”.
“Si Los Desastres de la Guerra representan, posiblemente, el retrato más descarnado del arte europeo frente a la supuesta heroicidad de lo bélico, la serie de bodegones, realizados en el mismo periodo, urde su inspiración precisamente en ese sacrificio inútil de cuerpos desmembrados, y muerte por todos los costados, para beneficio de los poderosos. Como si de una ofrenda entre las especies vivientes se tratase, Goya nos presenta un genérico martirio de animales para la satisfacción del placer humano como especie en el poder.”
Exposición. 19 nov de 2024 - 02 mar de 2025 / Museo Nacional del Prado / Madrid, España
Formación. 23 nov de 2024 - 29 nov de 2024 / Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) / Madrid, España