Se trata de una exposición de alrededor de una treintena de lienzos de diversos formatos, trabajados en acrílico y aerosol, buscando el artista huir de la formalidad clásica, desarrollando un lenguaje teniendo la investigación y la experimentación como punto de partida del proceso creativo. Es así como Influenciado por Basquiat, el expresionismo alemán, pero también por el arte pop, Fesma abre nuevos frentes de investigación utilizando colores saturados, mucho contraste y una fuerte carga simbólica para conceptualizar las temáticas de la actualidad desde una perspectiva crítica, caracterizada por lo provocador y lo políticamente incorrecto. De este modo, en la exposición se presentan ángeles, demonios, personajes del establishment, e incluso patatas, en un lenguaje visual propio para profundizar en la psique humana, alcanzando un resultado final que para algunos puede llegar a ser inquietante, raro o incluso divertido.