Tarik Kiswanson es poeta y artista. Su familia palestina se exilió de Jerusalén al norte de África, y posteriormente a Jordania, antes de establecerse en Suecia a principios de la década de 1980, donde él nació en 1986. La práctica de Kiswanson abarca la escultura, la escritura, el dibujo, el vídeo, el sonido y la performance. Un legado de desplazamiento y transformación impregna sus obras, indispensable tanto para su forma como para los modos de percepción que estas producen. Aunque mantiene un apego a lo íntimo y personal, su obra habla de preocupaciones universales, de historias sociales y colectivas de ruptura, pérdida y regeneración. Su obra puede entenderse como una cosmología de familias conceptuales relacionadas entre sí, que exploran variaciones sobre temas como la refracción, la multiplicación, la desintegración, la levitación y la polifonía, a través de su propio lenguaje.
La exposición de Kiswanson en Madrid continúa sus reflexiones sobre el...peso de la historia y la idea de levitación, que explora como un estado psicológico de la mente y como un fenómeno físico. Estas líneas de investigación confluyen en una obra que adopta la forma de una habitación elevada, que él describe como un "espacio mental", un refugio nutricio en medio de las fuerzas de la historia, la pérdida y el tiempo. Un óvulo del tamaño del cuerpo del artista levita bajo el suelo de la estructura. Las cunas de Kiswanson, una forma arquetípica que se repite en los orígenes de todas las formas de vida como huevo, semilla o crisálida, parecen poder moverse sin problemas por el mundo y crecer allí donde se les dé espacio para echar raíces.
A lo largo de su obra, Kiswanson ha vuelto continuamente a los momentos de trauma, agitación y regeneración, ya sea a partir de asociaciones particulares con el exilio de su propia familia o de reflexiones más amplias sobre momentos de ruptura histórica. Dentro de la habitación, un óvulo de resina de tamaño de un niño flota en la pared cerca de un armario de la época de la Reconstrucción. Al otro lado, un archivador metálico con los cajones soldados permanece solo. Como cuerpo sustituto y contenedor de objetos preciosos y cotidianos, el armario ha sido una forma recurrente en la obra de Kiswanson, y hace referencia tanto al desplazamiento como a la renovación que se produce ante la pérdida. Como escribe Jean-Marc Prévost, "el armario puede verse como un monumento conmemorativo, pero las potencialidades de la fuerza vital del capullo parecen capaces de desafiar las contingencias de la historia". Así pues, la instalación crea una situación desconcertante, al tiempo que señala la sensación flotante de incertidumbre que define nuestros tiempos transitorios y plantea el desarraigo como un estado generativo del ser, un estado de ilimitación.
Tarik Kiswanson (Halmstad, 1986) recibió el Premio Marcel Duchamp en 2023. Su obra ha sido objeto de varias exposiciones individuales en instituciones, las más recientes en Bonniers Konsthall (2023), Salzburger Kunstverein (2023), Museo Tamayo (2023), M HKA-Museum of Contemporary Art Antwerp (2022), Hallands Konstmuseum (2022) y Carré d'Art-Musée d'art contemporain (2021). Ha participado en exposiciones colectivas y bienales en instituciones como el Centro Pompidou, la Bienal Internacional de Arte Contemporáneo de Gotemburgo, la 16ª Bienal de Arte Contemporáneo de Lyon, la Bienal de los Urales, la Bienal Performa 19, la 12ª Bienal de Gwangju y el MUDAM-Musée d'Art Contemporain de Luxembourg.
Entrada actualizada el el 03 may de 2024
¿Te gustaría añadir o modificar algo de este perfil?
