Descripción de la Exposición
De las reliquias de los Santos.
Helena de Constantinopla, madre de Constantito I, el primer emperador de romano cristiano, es conocida por buscar y encontrar en Jerusalén las reliquias de la Vera Cruz y los restos de los Reyes Magos en el año 326. Helena encontró el sepulcro vacío, la Santa Cruz, la corona de espinas y 3 clavos. Ella fue el germen del uno de los negocios más boyantes de la edad media: el tráfico de reliquias.
Era preceptivo que todo altar mayor contuviera una reliquia. No había pueblo que se preciara que no tuviese una iglesia, ermita o Catedral con un trozo de hueso de santo. Fue el inicio del turismo de salud a nivel mundial.
Para evitar la proliferación de templos, en su momento la iglesia católica solo permitió erigir uno nuevo allí donde hubiera una reliquia. Tampoco una iglesia se consideraba “prestigiosa” si no custodiaba alguna parte del cuerpo de un santo u otro objeto sagrado. Esto propició en la Edad Media un auténtico tráfico de reliquias, fomentando las falsificaciones (no podría entenderse de otra forma que se cuenten 63 dedos de San Juan el Bautista, por ejemplo).
Los miembros del personal de recepción y seguridad del Museo del Louvre (París) se declararon una huelga el 27 de mayo de este año para protestar ante el aumento del número de visitantes a la pinacoteca, que entienden dificulta su labor, por lo que el museo tuvo que cerrar. A principios de este año se conocía que el Museo del Louvre batió en 2018 el récord mundial de visitas a un museo con 10,2 millones de visitantes, un 25% más que los recibidos durante 2017, una cifra que no ha alcanzado ninguna otra pinacoteca en el mundo. El rostro de la Mona Lisa es uno de los más célebres del mundo. La sonrisa de la Gioconda lleva décadas imprimiéndose en tazas, camisetas, posters e incluso en puzzles, además de encontrarse en el carrete de millones de móviles y cámaras de fotografía. El Louvre hizo pública por primera vez la obra en 1798, un año en que la pintura aun no tenía reconocimiento mundial. Actualmente, el museo calcula que alrededor del 70% de los visitantes a dicha pinacoteca tienen la principal intención de visitar la obra de Da Vinci.
En el siglo XXI toda ciudad que deba ser moderna y desarrollada debe poseer al menos un museo de arte contemporáneo. Igual que peregrinos de cada rincón del mundo hacen el Camino de Santiago por los diferentes tramos, millones de personas peregrinan hasta el Museo del Louvre para adorar con sus selfies a la Mona Lisa de Da Vinci, al Museo del Prado para venerar a Las Meninas de Velázquez o al Rijksmuseum de Ámsterdam para presentar sus respectos ante La Ronda de Noche de Rembrandt.
El tráfico de reliquias en la Edad Media en Europa se ha convertido en el mercadeo actual desenfrenado de obras de arte de artistas reconocidos para llenar museos a cualquier precio. Y al igual que en las iglesias y catedrales de otros siglos, aparecen en las paredes de centros de arte mundiales obras de dudosa procedencia. Según Tom Hoving, ex director del MoMA (Nueva York) estimaba que hasta un 40% del mercado del arte de alta gama está compuesto por obras de arte falsas. El artista holandés Rembrandt solo pintó a lo largo de su existencia 320 cuadros, habiendo expuestas en museos de todo el mundo unas 600 piezas y otras 300 tantas en colecciones privadas.
Poseer una reliquia era visto en la Edad Media como un símbolo de poder, tanto para una iglesia como para un noble, igual que en este siglo XXI representa un estatus poseer un Andy Warhol, Damien Hirst, Jasper Johns, Jean Michael Basquiat, Jeff Koons o un Willem de Kooning a cualquier museo mundial o a cada uno de los nuevos reyes del arte: Charles Saatchi, Bernard Arnault, David Sainsbury, François Pinault o Steve Cohen.
En los últimos 30 años se han inaugurado más de un centenar de nuevos museos en todo el mundo, cada uno de los cuales ha intentado de adquirir por término medio unas 2.000 obras de arte. Igualmente, la expansión paralela de nuevas colecciones privadas que sean multiplicado por veinte. Estos factores contribuyen a convertir el arte de los grandes artistas en un bien escaso.
El comercio del arte es la actividad comercial menos transparente y menos regulada del mundo y el comercio de huesos y reliquias fue la actividad más frenética y lucrativa en los siglos donde la religión marcaba el devenir del hombre.
Los museos de arte contemporáneo se han convertido en las nuevas iglesias del medievo, el turismo religioso y de salud primitivos han pasado a ser el cultural y de muesos; y los coleccionistas de huesos actuales atesoran tiburones disecados de 4,5 metros y 2 toneladas, o calaveras de platino con dientes humanos a partir de un cráneo del siglo XVIII y 8.601 diamantes incrustados. Por El Amor De Dios, Memento Mori.
Exposición. 17 dic de 2024 - 16 mar de 2025 / Museo Picasso Málaga / Málaga, España
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España