Las obras de Concha Martos remiten al naturalismo impresionista, escoge un instante atrapando el movimiento, lo fugaz, la luz incidiendo en un campo de amapolas, tornando de colores rosados y violáceos el atardecer en el Valle del Guadalhorce, o la intensidad de los colores de la buganvilla nos hace recordar inmediatamente ese gusto por la pintura pura de los artistas impresionistas.

La paleta se mueve en torno a unos colores limitados: rojos, amarillos, verdes…,con la yuxtaposición de trazos que le permite el pincel cargado de materia; sirviéndose en estas obras del acrílico, lo que le permite una mayor libertad y rapidez en la ejecución así como la inmediatez con la que captar ese instante, de interiorizar las formas y colores y expresarlos con una precisión de trazos, de largas pinceladas vibrantes que llenan todo el cuadro.

La ... clave de esta exposición reside en las visiones impresionistas del paisaje, con campos llenos de amapolas, de los olivos ocupando grandes hectáreas de nuestros campos, de buganvillas, donde los tonos rojos, amarillos, verdes intensos y violáceos remiten a la pintura paisajística de Muñoz Degraín en un deseo constante por mostrar esas impresiones de la Naturaleza. La síntesis ha la que ha llegado Concha Martos le hace emprender el camino lógico de la abstracción, pero este es un largo camino que sin lugar a dudas, emprenderá con el vitalismo y el amor por la pintura que la convierte en una persona sincera, tal y como se muestra en sus obras, fiel reflejo de ella misma.