Descripción de la Exposición ------------------------------------------------------- -------------------------------------------------------
La exposición recoge la obra más reciente del escultor y dibujante Ignacio Caballo a través de cerca de cincuenta piezas realizadas por el artista durante el último año.
En este lugar muestra esculturas y dibujos del artista, trabajos en los que reflexiona sobre la creación entendida como algo íntimo que se desarrolla en la soledad de su estudio. Es el resultado de la comunicación entre el propio creador y los materiales, principalmente el cobre en el caso de las esculturas y la tinta en los dibujos. Estos materiales constituyen para Ignacio Caballo el soporte físico de una idea en apariencia sencilla, pero no simple: ¿qué forma debe tomar un personaje que se encuentra solo en un espacio? La línea es la primera expresión del trabajo de Ignacio Caballo, en el momento que ésta es trazada comienza el diálogo con el espacio, acompañada por otras y jalonada por manchas grises de tinta que conviven con espacios blancos. La línea es la base del dibujo, el principio, la división del lugar o la creación de éste. Esta línea que modula volúmenes encuentra su reflejo escultórico en el hilo de cobre o la fina chapa manipulada para crear personajes ?situados?, habitando espacios que en unos momentos les acompañan y, en otros, les resultan hostiles.
Una de las ideas que con más frecuencia hallará el espectador a lo largo de la exposición es la del actor ante el público saludando después de la función, enfrentado a su soledad, con ese cansancio posterior a la representación. Lo que aparece, entonces, es el espacio que queda tras la ficción, abandonado: en cierta forma, el ?infraleve? del que nos hablaba Marcel Duchamp. De este modo, la energía del personaje está quieta, detenida en un instante preciso representado a través del cobre, un material conductor por antonomasia. Lo mismo sucede, por ejemplo, con los equilibristas, los bailarines, los caminantes o las figuras de Ícaro.
Muchas de las esculturas de Ignacio Caballo están formadas por ramas metálicas que se entrelazan repetidamente hasta dibujar personajes, lo que para el artista constituye un reflejo natural de la convivencia con los materiales, consistente en cortar y ensamblar pequeñas piezas hasta que éstas se convierten en seres estáticos. Estas obras se muestran como oferentes o danzantes, y están relacionadas de un modo más estrecho con los paisajes, naturalezas, árboles que pueblan sus dibujos...
Por último, se muestran una serie de esculturas de mayor formato, especie de hitos que nos obligan a detener la mirada para enfrentarnos con otra escala. Son piezas con formas más compactas en las cuales se perciben distintas reflexiones sobre las cárceles o diversas situaciones de enclaustramiento. De nuevo, espacios habitados desde la soledad dentro de los que, de modo explícito, habita, o más bien permanece alguien. Puede que esta sea la reflexión que nos quiere transmitir Caballo en su exposición: hay alguien que, en algún sitio, simplemente, ?está?.
Ignacio Caballo es escultor y dibujante, licenciado en Bellas Artes en la Universidad de Salamanca. Ha realizado exposiciones en Valladolid, Murcia, Vigo, Santiago de Compostela, Pontevedra y Madrid. Miembro fundador del Colectivo Alén, dedicado a la creación colectiva y la edición de poesía visual, participa en la exposición itinerante por Castilla y León y Guadalajara (México) Coincidencia opositorum. Trabaja, entre otras galerías, con Ferrán Cano y Almirante, con las que participó en la Feria Internacional de Arte de Chicago en 1998 y en ARCO 2003-2004, respectivamente.