Descripción de la Exposición ------------------------------------------------------- ------------------------------------------------------- Entre la realidad y la apariencia La colaboración entre la Fundación Francisco Godia y Cal Cego se centra en torno a un concepto clave: ¿Qué son las imágenes? ¿Qué muestran? ¿Qué ocultan? ¿De qué manera debe enfrentarse a ellas el espectador? ¿Cuál es el papel del arte frente al torbellino de imágenes que nos rodea? A partir de esta idea inicial, Montse Badia, directora artística de Cal Cego y comisaria de la exposición Iceberg. La realidad invisible, ha creado un itinerario muy sugerente. 19 obras de la colección de Cal Cego, desde mediados de los años noventa a la actualidad, nos aproximan a algunas de las lecturas más potentes sobre la relación entre arte y realidad, que han surgido en el campo del arte contemporáneo. Para enmarcar el discurso de la exposición, dos obras clásicas, de la Fundación Francisco Godia: un óleo del pintor barroco español Juan van der Hamen, que pone de relieve las convenciones de tiempo y espacio la pintura de bodegón, su carácter simbólico, más allá de la precisión realista; y una obra de Lucio Fontana, Concetto spaziale. Atese (1966): una tela rasgada que muestra que tras el lienzo, existe otra realidad. En el caso de las fotografías de Wolfgang Tillmans (Remscheid, Alemania, 1968), bodegones contemporáneos, que captan los rastros de la memoria, se establece un vínculo directo. En otras ocasiones se trata de un juego simbólico y metafórico. La exposición presenta la obra de un conjunto de artistas internacionales, de diferentes contextos y generaciones: Ignasi Aballí, Christine Borland, Javier Codesal, Tacita Dean, Stan Douglas, Dora García, Douglas Gordon, Rodney Graham, Pierre Huyghe, Andreas M. Kaufman, Santiago Sierra, Wolfang Tillmans y Jeff Wall. Fotografías, vídeos e instalaciones plantean interrogantes, construyen y desvelan relatos, nos invitan a descubrir cómo se construye la imagen de lo que entendemos como realidad. Arquitecturas espectrales El montaje de la exposición establece un juego de asociaciones y paralelismos entre las obras de artistas de diferentes nacionalidades, que pone de relieve hasta qué punto la preocupación por la realidad, el lenguaje y el sentido de las imágenes, ha sido una preocupación compartida. En el caso de Edificio iluminado de Santiago Sierra (Madrid, 1966) o de Cine Majestic/Carpentry shop. Habana Vieja de Stan Douglas (Vancouver, 1960), se trata de la arquitectura del lugar. En un caso, para mostrar la creciente conflictividad social. Sierra ha iluminado y fotografiado un edificio de la ciudad de México, abandonado tras el terremoto de 1985. De esta manera provoca un choque entre lo monumental y la ruina, lo que se oculta, lo que se exhibe y lo que merece ser visto. Stan Douglas, por su parte, fotografía un antiguo cine de la Habana, reconvertido en carpintería. El antiguo cine lujoso, espacio de la representación, se convierte en una imagen de la escasez, la precariedad y el abandono. Besos y barbitúricos Otro juego de referencias cruzadas se establece entre Kissing with amobarbital de Douglas Gordon (Glasgow, 1966) y Videopainting #2/Video d'ameublement de Andreas M. Kaufmann (Zurich, 1961). Gordon trabaja sobre las relaciones interpersonales. Fotografía los besos de una inauguración. Besos en la boca, con los labios rociados de un barbitúrico que se acostumbra a utilizar como sedante. De manera que, a través de un gesto de confianza, se produce un pequeño envenenamiento, que provoca una pérdida de voluntad. Las fotografías se proyectan en la sala en forma de diapositiva. Kaufmann ralentiza una de las imágenes clásicas de la historia del cine: el beso de la película Casablanca de Michael Curtiz para mostrar la indiferencia que provoca la intensidad de un momento cuando no se le presta la suficiente atención. Al convertirla una 'pieza de mobiliario', siguiendo la denominación que Erik Satie utilizó para algunas de sus composiciones musicales, establece una distancia y la priva del valor emotivo. Árboles reales y simbólicos Otros artistas como Dora García, Javier Codesal (Huesca, 1958) o el propio Douglas Gordon juegan con el texto: proyectado, pintado o invertido: la palabra crea realidad y el espectador se enfrenta a esta realidad desde una perspectiva crítica. En el caso de la obra de Christine Borland (Darvel, Escocia, 1965) y Rodney Graham, el vínculo es más sutil: Borland elabora compota con las manzanas del árbol que inspiró a Newton la teoría de la gravedad: el relato mítico cede paso una realidad material, muy concreta. El árbol de Rodney Graham se utiliza para explicar el paso de las estaciones a los niños de un colegio. Es al mismo tiempo, un elemento fundamental de la lingüística. Pero todo este valor simbólico se diluye frente a la presencia del árbol en una fotografía. Al volverlo del revés Graham centra la mirada del espectador en la representación misma, más allá de lo representado. Finalmente, en su obra Baobab, Tacita Dean (Canterbury, 1965), propone una reflexión sobre los mitos, la temporalidad y la extinción. El cine mental La obra de Ignasi Aballí (Barcelona, 1958) trata del vacío, del rastro que dejan las cosas, de la desaparición. En la obra que se presenta en la exposición Iceberg se trata de carteles de películas basadas en guiones del escritor Georges Perec, que nunca se filmaron. La existencia del cartel, les concede realidad. Por su parte, Jeff Wall (Vancouver, 1946) capta planos fugitivos de la violencia y la alienación contemporánea a manera de escenas cinematográficas nunca filmadas. A Fight on the Sidewalk muestra una pelea en una calle, entre dos hombres anónimos, contemplados por un tercero que se mantiene al margen. Wall reinventa lo que ve para denunciar la atmosfera enfermiza en las que nos encontramos atrapados. Finalmente, Pierre Huyghe (Paris, 1962) utiliza el lenguaje de la animación con marionetas para explicar una historia del arte del siglo XX: el proyecto fallido de un edificio de Le Corbusier para el departamento de artes visuales de la Universidad de Harvard. La Fundación Francisco Godia La Fundación Francisco Godia es una entidad privada que realiza una labor de divulgación y promoción del coleccionismo privado. Sus fondos comprenden un importante conjunto de arte medieval y barroco, pintura moderna y cerámica. En los últimos años se ha abierto de manera muy significativa hacia el arte contemporáneo. Instalada en un edificio del arquitecto Enric Sagnier, la Fundación Francisco Godia es una tribuna abierta a colecciones y coleccionistas, colabora con museos e instituciones en la divulgación de períodos y artistas comprendidos en su colección, entre los que destaca el Museo del Prado. Nadia Hernández, directora de la Fundación, destaca que Cal Cego representa un nuevo paradigma de coleccionismo: una colección bien construida, bien visualizada, en una red con los propios creadores, galerías, museos, instituciones académicas y mecenazgo. Iceberg. La realidad invisible es una exposición de tesis, bien trabajada y compleja, que presenta, además, el aliciente, de mostrar por primera vez al público un grupo importante de obras de la colección de Cal Cego. Con esta exposición la Fundación Francisco Godia renueva su compromiso con el coleccionismo privado, mirando al futuro. Cal Cego Cal Cego es una colección de arte contemporáneo sin sede permanente que trabaja a partir de la idea de colección nómada. Una de las principales novedades es que interviene en la creación de sentido, en el estudio e intercambio de ideas acerca del arte contemporáneo, a través del contacto con artistas, críticos y pensadores. Su misión no es solo conservar y mostrar. Adopta un papel activo, promueve la investigación y el trabajo en redes. Su labor ha sido reconocida recientemente con el premio GAC al Coleccionismo (2011) y con el premio ACCA (Associació de Crítics d'Art de Catalunya) a la mejor iniciativa patrimonial (2013). Según Montse Badia, comisaria de la exposición, la imagen del iceberg que muestra sólo la octava parte de su volumen total es una metáfora de algo que sólo puede verse en una mínima parte. Algo que no es lo que parece sino que esconde algo más: la realidad creada, producida, distribuida, leída y percibida.
La imagen invertida de un árbol, obra del artista canadiense Rodney Graham (Abbotsford, 1949) es una de las obras de referencia de la exposición Iceberg. La realidad invisible que se presenta en la Fundación Francisco Godia. ¿Por qué invertida? Para poner de relieve que la imagen es una imagen: una aproximación a la realidad a través del lenguaje. Una frase de oro de Dora Garcia (Valladolid, 1965) abunda en el juego entre realidad y representación: La realidad es una ilusión muy persistente , se lee a la entrada de la sala de exposiciones. De esta manera se quiere transportar al espectador a un espacio de reflexión sobre las imágenes que nos rodean, lo que muestran y lo que ocultan. Con Iceberg. La realidad invisible, la Fundación Francisco Godia quiere poner de manifiesto, una vez más, la importancia del coleccionismo privado en la conservación y la divulgación del arte. A partir de la combinación de dos obras de sus propios fondos y de una selección de una de las mejores colecciones privadas dedicadas al arte contemporáneo de nuestro país: la colección privada de Cal Cego.
Exposición. 19 nov de 2024 - 02 mar de 2025 / Museo Nacional del Prado / Madrid, España
Formación. 23 nov de 2024 - 29 nov de 2024 / Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) / Madrid, España
