Ana Román es licenciada en Bellas Artes por la Universidad del País Vasco. Desarrolló varios talleres tanto aquí como en el extranjero, y trabajó durante tres años junto al gabinete pedagógico del Museo Guggenheim Bilbao. Ha realizado junto a Eduardo López, la creación y puesta en marcha de dos talleres pedagógicos en el Museo de Bellas Artes de Bilbao. En los últimos años, hemos podido ver su trabajo en la Galería Espacio Marzana entre otros.

En esta ocasión, el Centro Cultural Bastero presenta una exposición individual de la artista, en la que se presentan una serie de cuadros, la mayoría de ellos inéditos, una serie de esculturas-encuadradas y un vídeo-boceto. En todos ellos, la artista recurre a su ya conocido imaginario sobre las máquinas, realizando un ejercicio que nos lleva hasta una línea alterna ... de la realidad, en donde la idea de la máquina enajenadora, devoradora de las voluntades humanas desaparece, no existen aparatos que bajo el influjo de una conciencia maligna desean suplantar el género humano. Como ya vaticinaran algunos pensadores de nuestros tiempos.

La arquitectura, el imaginario o el deseo, todo aquello que vemos en nuestro interior, que nos rodea y a veces nos camufla. Todo ese pensamiento en movimiento, permite que nos amiguemos con esta serie de imágenes y personajes que deambulan por las estructuras arquitectónicas que nos rodean. Las propias esculturas-enmarcadas no son sino un atisbo de esa realidad particular que la artista muestra en todas sus obras. Unas imágenes animadas que en esta ocasión han optado por cubrirse tras un cristal y colocarse en la pared para ver cual es nuestra reacción al mirarlas. Esos mismos personajes son los que dan cuerpo al vídeo-boceto que se muestra y que nos acercan aún más a esa manera de hacer y de ver.