Descripción de la Exposición
HUELLAS DE UN LUGAR POR HABITAR
“La arquitectura sólo se considera completa con la intervención del ser humano que la experimenta. En otras palabras, el espacio arquitectónico sólo cobra vida en correspondencia con la presencia humana que lo percibe”. Tadao Ando
La naturaleza humana está ligada a desarrollar relaciones con el entorno, interlocutores que pasan desde la fauna, flora u otros actores vivos, a espacios físicos y ahora virtuales, aparentemente inertes, que sin duda sostienen por un tiempo los vestigios producto de esas relaciones cotidianas que dan una identidad tanto al individuo como al espacio.
¿Se han preguntado qué características físicas y de personalidad tendría su lugar de residencia o trabajo si fuera una persona?
Cada acción que el humano realiza en el espacio deja una huella física e/o intangible que va permeando el sitio con características propias de quienes han habitado en él, de alguna forma dotándole de rasgos que surgen a partir de las interacciones cotidianas, a veces imperceptibles, del ser con la materia de la que está hecho el lugar, un acto natural entre dos aparentes naturalezas opuestas.
Huellas de un lugar por habitar es una curaduría que, a través de las obras de Camilo Bojacá, Gloria Sebastián Fierro, Margaret Mariño, Vanessa Nieto, Mauricio Salcedo y Evelyn Tovar, invita a adentrarse en espacios que develan diferentes relatos. Múltiples formas, texturas y colores, enriquecen el espacio expositivo que aprovecha materiales como: drywall, papel, óxido, plantas, ladrillos, cemento, grafito, óleo, entre otros presentes en las obras, para construir una metáfora de la relación que propone el curador como punto de partida, en la medida que plantea una búsqueda continua del espíritu y la estética de dichos lugares que permita vislumbra los fuertes lazos que se pueden crear entre materias.
Esta es la exposición inaugural de El Muelle, un espacio homónimo al barrio engativeño en el que habita, que a su vez ha sufrido grandes transformaciones desde lo que era como población precolombina a lo que hoy conocemos como la localidad 10 de Bogotá. El espacio que inició como estudio de producción gráfica y se amplió a la escultórica, ha venido constituyéndose como un lugar en constante confrontación acerca de las maneras de ser habitado y transitado, que prioriza el diálogo y que como un muelle tiene en su naturaleza el movimiento continuo e intercambio de ideas, problemas, conocimiento, mercancías, entre otras situaciones propias del relacionamiento del humano con su entorno.
Es sin duda la ubicación de El Muelle la que le da un valor agregado a la muestra, pues esta tuvo la oportunidad de enriquecerse con el planteamiento que Mauricio Salcedo, director del espacio, le dio al incluir como complemento de la exposición una serie de talleres de acercamiento a los medios de producción gráfica ofrecidos por los artistas participantes a la comunidad circundante, pero que no fue exclusivo a ella, y rompió las fronteras invisibles de los territorios para vincular a los niños y niñas de una sede de la Fundación Tiempo de Juego ubicada en el Barrio Las Quintas, Comuna 4 del municipio de Soacha.
Es entonces el naciente proyecto El Muelle y su exposición inaugural, ganadores de la Convocatoria del programa Es Cultura Local del Instituto Distrital de las Artes a través de la Alcaldía de Engativá, una muestra de lo importante que resulta la descentralización de los espacios culturales con el objetivo de llegar a nuevos públicos con potencialidades que permiten refrescar la mirada clasista y mercantilista del arte por la que brindan escenarios en los que se ejercen derechos culturales desde la práctica y diálogo directo con las comunidades.
Alejandro Triana L.
Curaduría
Exposición. 17 nov de 2024 - 18 ene de 2025 / The Ryder - Madrid / Madrid, España
Formación. 23 nov de 2024 - 29 nov de 2024 / Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) / Madrid, España