Descripción de la Exposición
House of the Sun es un proyecto concebido exclusivamente para la CASA SEAT.
El festival de videoarte LOOP Barcelona se asocia a CASA SEAT para presentar un proyecto site-specific del artista Pedro Torres. Desdibujando las fronteras entre video-creación, escultura e instalación, la exposición propone un recorrido lumínico y sonoro a través de las diferentes plantas de la casa. House of the Sun toma como punto de partida nuestra relación con el Sol, abordando conceptos como la distancia, el movimiento y los ciclos temporales. Explorar nuestra compleja relación con la estrella luminosa, significa también pensar en nuestro pasado, presente y futuro, profundizando a la vez en los debates acerca de la sostenibilidad y la supervivencia. El relato sobre nuestra conexión con el Sol pasa en fin por la vista: de la misma manera que lo necesitamos para ver, el Sol nos puede cegar y abrasar.
PLANTA 0
En el hall de entrada, nos encontramos con una gran instalación compuesta por telas amarillas colgadas, un proyector de diapositivas con filtros fotográficos en movimiento y algunos objetos. Una de las telas describe una forma sinuosa que recuerda la mitad de un analema, una forma curvada que, en astronomía, describe la posición del Sol en el cielo si observado desde el mismo lugar y en la misma hora a lo largo del año. Esta imagen visibiliza nuestra relación con el Sol, nuestra órbita a su alrededor y el paso del tiempo. Las telas remiten a cortinas caseras, cotidianas; son elementos sencillos que intermedian nuestra relación íntima con la luz solar. Cuando se consideran las unidades espaciales mínimas de consumo, la casa es una de ellas. Reflexionar sobre la sostenibilidad pasa entonces por nuestra intimidad y por nuestra relación con la luz. Otro elemento presente en la instalación es una planta. Como organismos vivientes, las plantas son seres cuya inteligencia (vegetal) funciona en escalas temporales que nos superan. Tienen una relación con el ambiente mucho más equilibrada en términos de aprovechamiento de recursos – entre ellos, la luz solar de la cual son primariamente dependientes y a través de la cual nos propician el suministro de nuestra existencia.
En la pantalla vertical, al lado de la instalación, vemos una animación gráfica que parte de un vídeo con los datos de emisión de CO2 derivado del uso de combustibles fósiles en el mundo. En 1800, se emitía una tonelada de gas por segundo. En 1850, sobre las seis toneladas por segundo y, cincuenta años más tarde, este valor se multiplica por diez. En los años 1950, son ya 187 toneladas por segundo y en los años 2000, pasamos de las 750 toneladas, a causa de la quema de combustibles fósiles. Con este ritmo, nos vamos aproximando a los niveles de CO2 de hace 15 millones de años, cuando las temperaturas eran hasta cuatro grados centígrados superiores a las actuales y el nivel del mar veinte metros más alto.
PLANTA MENOSUNO
Adentrándonos en el auditorio, una serie de vídeos se despliegan por el espacio, acompañados por configuraciones de telas amarillas, proyecciones y juegos entre filtros fotográficos. Los haces de luz de los proyectores forman pequeños soles repartidos por la sala y los filtros fotográficos puestos en movimiento evocan el sistema solar.
Entre los primeros videos en el recorrido, uno muestra un time-lapse de diez años de la actividad del Sol, registrada por el Solar Dynamics Observatory de la NASA. El ciclo solar tiene una duración de aproximadamente once años y es el período en el que los polos magnéticos norte y sur cambian de posición. Este cambio genera mucha actividad en la superficie del Sol, como las manchas solares causadas por los campos magnéticos. En el inicio de un ciclo, la cantidad de manchas es pequeña y aumenta según avanza el ciclo, hasta alcanzar su nivel máximo a mitad del ciclo solar. Las erupciones gigantes también aumentan según avanza el ciclo: erupciones que desprenden mucha energía y material en el espacio, causando las auroras en la Tierra y afectando hasta nuestras comunicaciones. Sobre el vídeo de la NASA, se superponen los símbolos astrológicos del Sol y de la Tierra, insistiendo así en dos vías para interpretar nuestra relación con el cosmos: la observación científica y la interpretación subjetiva de la influencia de los astros en nuestras vidas.
En otro de los vídeos, una serie de imágenes de distinta cronología muestran las manchas solares, las erupciones, los eclipses y la corona solar, llevándonos a un pasado científico poco definido en cuanto a los dispositivos de imagen. En otra pantalla, una serie de datos toman la forma de configuraciones abstractas: un video muestra un mapa del calentamiento global, con la subida de las temperaturas representada por colores, desde 1884 a 2019, en el que pasamos de un azul claro a un rojo intenso en las últimas décadas; el otro muestra la cantidad de CO2 en la atmósfera, de 2002 a 2016, y el mismo giro hacia el rojo debido al reciente aumento masivo de emisiones. El efecto es una estetización de los datos, que provoca cierta fascinación y alejamiento de la realidad.
Al final de la sala, un vídeo de base textual ilustra muchos de los conceptos que fundamentan este proyecto, entrelazando de forma narrativa historias sobre la distancia, la visión, los fósiles y el tiempo. A su lado, otro vídeo concebido de forma independiente al proyecto –Sunset –, termina de componer la instalación multicanal.
Cuando se investiga científicamente (y se plantea hipotéticamente) la existencia de la vida en otros lugares del universo, uno de los factores imprescindibles es la presencia de la luz (fotones) y la dualidad entre luz y oscuridad. Por orbitar el Sol y tener movimiento de rotación, presenciamos en la Tierra un fenómeno como la puesta del sol. El ocaso es un momento mágico y muchas veces emocionante, en que tomamos consciencia del tiempo mientras asistimos a la transición entre día y noche. Suele resultar en paisajes altamente teñidos de color, y estéticamente muy atractivos y simbólicos para el ser humano. Privarse de ver el horizonte (y una puesta de sol) –como en tiempos de confinamiento espacial– hace que uno busque en su realidad más cercana la manera de suplir esta necesidad, esta visión. Sunset surge de esta carencia, de estas reflexiones sobre el Sol, el tiempo, nuestra relación y posición en el universo, proponiendo una mirada pausada hacia lo cotidiano y los momentos trascendentales que derivan de la contemplación de cosas sencillas. Realizado en una sola toma, el vídeo muestra el fascinante movimiento de unas gotas de yodo que caen en un frasco de cristal lleno de agua, dejando filamentos y formas que gradualmente se depositan en el fondo del recipiente. Esta actividad recuerda la que ocurre en la superficie solar, con sus explosiones y protuberancias. Poco a poco, el agua se tiñe de varios tonos, y mientras se produce esta puesta de sol artificial, se desvela el dispositivo utilizado para la ficción: nada más que un recipiente con agua en un entorno casero. La disolución del amarillo empieza a 8 minutos y 19 segundos, el tiempo en que la luz del Sol tarda en recorrer la distancia de la Tierra.
PLANTA 1
El recorrido de House of the Sun termina en la primera planta, con una pequeña instalación de placas fotográficas antiguas puestas en rotación. Las placas de cristal muestran unas imágenes de manchas solares y funcionan como fósiles, objetos del pasado que registran nuestra evolución.
Nuestra relación con el Sol es de carácter fundamental y de un delicado equilibrio. Su existencia nos propicia la vida y la visión –y, a través de la visión, gran parte de nuestra comprensión sobre la propia vida. Tener el Sol en nuestras vidas y campo visual nos ha permitido ubicarnos y entendernos en el universo. También habitar una zona con condiciones óptimas para el surgimiento y mantenimiento de la vida. House of the Sun plantea muchas cuestiones partiendo de nuestro presente y de la relación profunda que tenemos con el Sol.
Exposición. 13 dic de 2024 - 04 may de 2025 / CAAC - Centro Andaluz de Arte Contemporáneo / Sevilla, España
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España