Descripción de la Exposición ------------------------------------------------------- ------------------------------------------------------- Estética de representación
Horizonte de exilio es una instalación dúo canal que considera cuestiones sobre la identidad femenina en la travesía de exilio. La película se centra en la condición femenina, haciéndose eco de contextos donde la mujer se ve obligada a dejar su país para salvar su sentido del Yo. De esta forma Horizonte hace referencia a culturas de Medio Oriente, abriéndose al mismo tiempo a sentimientos universales sobre auto imagen, pertenencia y erosión.
Imágenes recurrentes de mujeres del Medio Oriente cubiertas o en peligro se graban en nuestra conciencia a diario. Enmarcadas por los medios de comunicación, en Occidente se nos presentan estas imágenes como ‘iconos’ de alteridad. Horizonte nace del impulso a acercarse al ser detrás del icono. Bajo dicha iconografía de ausencia y encarcelamiento se hallan numerosas historias de viajes conflictivos hacia la libertad y la auto-percepción: historias de exilio femenino. Estas narrativas llenas de resonancia despiertan un deseo personal de tratar sentimientos complejos alrededor de mi propia historia de exilio y auto-encuentro a la edad de dieciocho años (España, U.K). Si Horizonte refleja experiencias de exilio de la mujer de Medio Oriente, apoyándose sobre mi propio material autobiográfico, la pieza es primordialmente una instalación sobre la mujer y la identidad.
Lenguaje cinematográfico
Situándose entre lo cinemático, lo real y lo performativo, la pieza se halla entre representación y metáfora. La evolución de la película se ve informada tanto por testimonios de mujeres kurdas y centro iraquíes, hoy viviendo en Londres, como por dos mujeres exiliadas, hoy locales a los paisajes del desierto de Atacama (donde se rodó la película). Este coro de voces revela, por un lado fuertes memorias de circuncisión femenina, erosión y fuga, y por otros fragmentos de un hogar de infancia ya lejano, aludiendo así a una noción de exilio más amplia. La ficción se usa para construir personajes alegóricos que sugieren retratos reales al mismo tiempo que ofrecen una presencia femenina metafórica. La gestualidad se emplea para explorar un paisaje emotivo que suele pertenecer a una experiencia pre o post-lingüística. De esta forma el gesto físico trasciende a las limitaciones de lo consciente, sobrepasando o incluso operando contra lo verbal. Como en mi trabajo previo de performance, aquí busco un método directo de recepción del cuerpo de la performer al del espectador (viewer). El género performativo permite pues un lenguaje al margen de lo ilustrativo, expandiendo así la lectura del trabajo.
El cuerpo
El viaje a través de tierras áridas y atemporales toma forma con coreografía de ‘anti-gravedad’ manifiesta en los cuerpos rotantes de las mujeres. El cuerpo de anti-gravedad viaja en el espacio, avanzando como si no encontrara resistencia, como si la materia del propio cuerpo no fuese distinta del aire en que se mueve, como si ascendiese y descendiese en un mismo instante. Este estado de ‘multi-gravedad’ encarna a un ser que, afrontado al vacío de la incertidumbre, siente tanto nostalgia del pasado como esperanza por el futuro. Una energía más primitiva impulsa otra escena, en la cual dos mujeres caen y se recuperan sin cesar. De manera arquetípica, los cuerpos silenciados expulsan sentimientos de rebeldía con una gestualidad primordial e irreprimible.
Dualidad inmersiva
La instalación utiliza el formato de imagen dual como mecanismo hacia una experiencia físico-inmersiva además de emotivo-dialéctica.
A escala humana, el díptico de pantalla cinemática envuelve al espectador físicamente en un universo material y epidérmico con la ayuda de sonidos cristalinos, a menudo hiperreales, provenientes de los cuerpos y el ambiente. Así la presencia de la tierra y lo humano dentro del marco fotográfico invita a ser recibida a un nivel ontológico; como algo que simplemente ‘es’. En paralelo el formato de dos imágenes sincronizadas abre un espacio para la coexistencia de lo inmersivo con lo dialéctico a través de la yuxtaposición de dos escenas opuestas. Un ejemplo sería la travesía de los campos de sal versus la secuencia en que la mujer se cubre el rostro. La primera ofrece un desapego del pasado y un avanzar hacia una auto-percepción futura, la segunda revela una fuerte memoria de un ser borrado por su cultura. La dialéctica nace de esta apelación en tándem tanto a una experiencia expansiva, subconsciente como a un llamamiento a la conciencia despierta, socio-política.
La arquitectura de dos pantallas ofrece un lenguaje de montaje particular, invitando al espectador a una cierta autonomía de autoría en la cual éste puede re-montar (re-edit) el trabajo bajo su propia experiencia visual.
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España