Descripción de la Exposición
El Museo Nacional de Bellas Artes inaugura el jueves 3 de octubre, a las 19, la muestra temporaria “Horacio Zabala. El efecto Piranesi”, que pone en diálogo más de 30 obras del artista argentino creadas en la década de 1970 con las estampas que el grabador italiano Giovanni Battista Piranesi dedicó en el siglo XVIII al tema carcelario, pertenecientes a la colección institucional.
“Esta exposición reúne, por un lado, dieciséis estampas de Piranesi que conforman la serie ‘Cárceles de invención’, presentes en la colección del Museo desde 1902. Y por otro lado, los dibujos de anteproyectos arquitectónicos de cárceles para artistas realizados por Zabala a partir de 1973, así como otras piezas en las que cuestiona la posibilidad misma de la representación en tiempos aciagos”, explica Andrés Duprat, director del Bellas Artes. “En el extenso arco temporal que va de la modernidad a la contemporaneidad, ambos parecen trazar un círculo perfecto, un relato de los infiernos pasados, presentes y futuros a los que puede ser sometida la condición humana”, agrega.
Por su parte, la directora artística del Museo, Mariana Marchesi, curadora de la muestra, afirma: “Con dos siglos de distancia, Piranesi y Zabala han trabajado en torno a catastróficos universos existenciales, al tiempo que han volcado su mirada sobre los dispositivos disciplinarios del castigo y el encierro”.
“Las cárceles imaginadas por Piranesi en el siglo XVIII postularon una innovadora experimentación sobre el espacio. Sus arquitecturas imposibles funcionan como verdaderas cajas de resonancia plagadas de visiones opresivas, claustrofóbicas, provocadas por la compulsiva repetición al infinito del fragmento y la continua metamorfosis del espacio”, prosigue Marchesi.
La potencia de estas imágenes ha interpelado a artistas, escritores y teóricos. La literatura de Borges y Kafka, el cine de Eisenstein y Hitchcock, entre muchas otras manifestaciones del siglo XX, encontraron en esas estructuras visuales un modelo narrativo que el crítico J. H. Miller sistematizó con el término “efecto Piranesi”, un “poder que tiene la mente para hundirse en su propio abismo, quedando atrapado en alguna forma de pensamiento o experiencia mental que se repite para siempre”.
“Por su parte, los asépticos universos carcelarios que Zabala replica con obsesión nos conducen hacia esos confines. Pero además, en su caso, también se permite pensar el arte como institución disciplinar, como censor de su propio lenguaje, como cárcel”, concluye la curadora.
“Horacio Zabala. El efecto Piranesi” podrá visitarse hasta el 1.° de diciembre de 2024 en la sala 33 del primer piso del Museo, de martes a viernes, de 11 a 19.30 (último ingreso), y los sábados y domingos, de 10 a 19.30, con entrada libre y gratuita.
Giovanni Battista Piranesi
Mogliano di Mesttre, Venecia, Italia, 1720 - Roma, Italia, 1778
Arquitecto, grabador y teórico, fue uno de los artistas italianos más relevantes del siglo XVIII. Se formó con su tío Matteo Lucchesi, arquitecto e ingeniero hidráulico, que estaba a cargo de los acueductos de Venecia. Continuó sus estudios de arquitectura con Giovanni Antonio Scalfurotto, y aprendió perspectiva con el grabador Carlo Zucchi.
En 1740 se trasladó a Roma, donde adquirió la técnica del aguafuerte con Giuseppe Vasi y se familiarizó con la arquitectura de la Antigüedad, que registró minuciosamente, aunque con cierto grado de idealización y exacerbada monumentalidad. Estas vistas, que se comercializaban como recuerdos de viaje, fueron uno de los antecedentes de la arqueología moderna y contribuyeron a la expansión del neoclasicismo como estilo arquitectónico en Europa y América.
Su profundo conocimiento de las edificaciones antiguas fue la base que le permitió crear la serie Cárceles de invención, grabados con arquitecturas carcelarias ficticias, de desmesuradas proporciones y repletas de escaleras y pasadizos imposibles. En ellos, Piranesi ensayó innovaciones técnicas en el aguafuerte y rompió con las convenciones de representación del espacio que regían el arte de su tiempo.
Horacio Zabala
Ciudad de Buenos Aires, Argentina, 1943
Se graduó de la carrera de Arquitectura en la Universidad de Buenos Aires. Desde entonces, su labor como arquitecto se desarrolló en paralelo a su actividad artística. A fines de los años 60, conoció al artista platense Edgardo Antonio Vigo, con quien compartió inquietudes, y a principios de la década siguiente se vinculó con el Centro de Arte y Comunicación (CAYC), dirigido por Jorge Glusberg. Entre 1972 y 1976, integró el colectivo artístico nucleado en torno a esa institución, el Grupo de los Trece. A partir de ese momento, llevó a cabo una práctica en el cruce entre el dibujo, la instalación, el arte conceptual, el arte correo, y disciplinas extraartísticas como el dibujo técnico y la cartografía.
A través de medios y materiales heterogéneos, sus obras exploran críticamente el contexto social y estético de la información y la ficción. En distintas oportunidades, ha recurrido a la cárcel como una iconografía que le permite aludir tanto a la acción represiva en diferentes etapas de la historia argentina como a las limitaciones que el campo artístico ejerce sobre sus propias prácticas.
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El imaginario del encierro ha fascinado y atemorizado a la humanidad a lo largo de la historia, y ha adoptado distintas formas y narrativas de representación social y artística. Con dos siglos de distancia, Giovanni Battista Piranesi y Horacio Zabala han trabajado en torno a catastróficos universos existenciales, al tiempo que han volcado su mirada sobre los dispositivos disciplinarios del castigo y el encierro. En el caso del italiano, autor de la serie Cárceles de invención, en los albores del pensamiento iluminista; en el caso del argentino y sus anteproyectos carcelarios, durante la crisis de la modernidad, en el contexto dictatorial que atravesó el país en los años 70.
Las cárceles imaginadas por Piranesi en el siglo XVIII postularon una innovadora experimentación sobre el espacio que desafió la racionalidad cartesiana y anticipó la terribilitá romántica. Sus arquitecturas imposibles también funcionan como verdaderas cajas de resonancia plagadas de visiones opresivas, claustrofóbicas, provocadas por la compulsiva repetición al infinito del fragmento y la continua metamorfosis del espacio. La potencia de estas imágenes ha interpelado a artistas, escritores y teóricos. La literatura de Borges y Kafka, el cine de Eisenstein y Hitchcock, entre muchas otras manifestaciones del siglo XX, encontraron en esas estructuras visuales un modelo narrativo que el crítico J. H. Miller sistematizó con el término “efecto Piranesi”, un “poder que tiene la mente para hundirse en su propio abismo, quedando atrapado en alguna forma de pensamiento o experiencia mental que se repite para siempre”.
El aislamiento desesperanzador del encierro lleva al cuerpo y a la mente a redefinir los términos de la experiencia del tiempo y el espacio. Sin duda, los asépticos universos carcelarios que Zabala replica con obsesión nos conducen hacia esos confines. Pero además, en su caso, también se permite pensar el arte como institución disciplinar, como censor de su propio lenguaje, como cárcel.
Mariana Marchesi Curadora
Exposición. 17 dic de 2024 - 16 mar de 2025 / Museo Picasso Málaga / Málaga, España
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España