Angela de la Cruz (A Coruña, 1965) lleva dos décadas experimentando con el lenguaje de la pintura. La artista ha intentado redefinir los términos y los límites del medio desde que comenzó, centrándose en la pintura como objeto y en términos de lo que puede representar. De la Cruz ha desarrollado un lenguaje específico que le permite dotar a sus cuadros de una calidad escultural, borrando los límites entre la pintura y la escultura, utilizando indistintamente cada una de ellas según lo que quiera expresar y la necesidad de cada obra. Como ella misma ha dicho, “es una escultura que utiliza el lenguaje de la pintura y viceversa. Es una pintura y una escultura”.
Los muebles domésticos —sillas, mesas y armarios— han estado presentes en su obra, y en los últimos años ha ampliado su vocabulario pictórico con el uso del aluminio y su elasticidad. Su lenguaje artístico utiliza el humor...en sus títulos para presentarnos obras impactantes que combinan la tensión formal con una presencia emocional más profunda.
Esta exposición plantea un recorrido por el trabajo realizado entre los años 1996 y 2018, creando asociaciones entre obras de las distintas épocas. Toma su título de una de las primeras obras que realizó la artista rompiendo el bastidor, Homeless (Sin techo, 1996). Como su título indica, alude a la condición de la gente sin hogar que lleva a cuestas sus pertenencias y recuerdos. Gente que vemos cíclicamente en nuestra sociedad, en estas décadas de tránsito global que estamos viviendo debido a los conflictos bélicos y a muy diversas cuestiones políticas, económicas, sociales y culturales.
Esta exposición es una coproducción del CGAC con Azkuna Zentroa en Bilbao.
Entrada actualizada el el 12 feb de 2019
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