Las pinturas de Alan Manuel "son el resultado de las ineludibles circunstancias que rodean su diario vivir. Son metáforas que denuncian los males sociales, políticos y espirituales de su actual condición. Usa un lenguaje lírico para darle voz a sus vicisitudes y al clamor de sus compatriotas. Su discurso no es elitista. Lo entiende fácilmente la gente del común que está inmersa y en confrontación con la cruda realidad. "La razón para plasmar este tipo de imaginería, que con frecuencia encontramos envuelta en un velo de belleza, es redimir a aquellos que la contemplan. También la uso como recordatorio de la calidad de vida que tenemos y como plegaria visual para que nuestro futuro sea bendecido con alegría y bienestar".