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Javier Granados realiza una relectura a la historia del arte; una vez más la mujer es la protagonista absoluta, pero es una mujer que viaja de las tres dimensiones de sus esculturas al lienzo. Es una mujer más esquemática, más conceptual, más maternal y representa la cotidianeidad, el hogar, el día a día de las pequeñas cosas. Es la reina absoluta ... y protagonista de la historia, que se re-escribe a través de la pintura, de los cuadros famosos, los cuales reinterpreta y hace suyos, cargándolos de ironía, crítica social y sentido del humor.

Desde 'Los Borrachos' de Velázquez, surge 'Tinto de verano', donde un grupo de mujeres disfruta del vino, de la amistad, la mutua compañía y la complicidad entre ellas. O las 'Señoritas de Avignon' de Picasso, que da lugar a 'Las hijas de Bernarda Alba'; ellas vestidas de negro, de luto, separadas del entorno colorista, fresco y lúdico; absolutamente pop. O 'La creación' de Miguel Ángel que abandona la Capilla Sixtina y sustituye a sus personajes por mujeres, dando lugar a 'Una mujer creada a sí misma'.

Podemos resumir que en la obra de Granados, realizada con una factura técnica impecable, se cuentan historias de la historia, con insolencia, descaro, ternura, frescas, originales, arrogantes y provocadoras. Es una constante en su obra, así como el respeto a esas mujeres que no siempre fueron actoras de la historia.