¿Podríamos ser unos detectives que hurgan buscando no saben qué? Nosotros queremos, como arqueólogos de la imaginación, rescatar del polvo de las calles, del abandono de nuestro estudio, o quizás del olvido de nuestros recuerdos, restos, piezas, artefactos, en fin imágenes. Imágenes que, si en un pasado incierto fueron prácticas, o bellas, incluso inútiles, en el presente olvidada ya su finalidad original puedan ser resignificadas para que al final de ese camino -construcción, olvido, resignificación- sugieran nuevas historias. Distintas ficciones. Así en las cuadrículas que observáis colgadas entre estas paredes hemos construidos muchos personajes anónimos, excepto uno Hipólito, que podrían circular amablemente por las calles de nuestras ciudades. O probablemente solo por las de nuestra imaginación. En fin personajes que son solo gente corriente como todos nosotros.