Oliveira es mejor conocido por sus trabajos escultóricos que toman la forma de piezas sueltas, relieves de pared o ambientes inmersivos hechos de materiales recogidos de sitios de construcción: madera contrachapada, metal, espuma, ramas de árboles. Él los usa para construir estructuras orgánicas que evocan tumores, vísceras expuestas o varias plantas. Estas formas híbridas meticulosamente construidas hacen referencia tanto a la naturaleza como a la degradación ambiental asociada con el desperdicio social. Oliveira integra estas estructuras de forma experta con la arquitectura adyacente u objetos ordinarios, borrando la línea entre una escultura y su entorno para sugerir un tipo de vida extraño y nuevo.
Para su exposición en Van de Weghe, Oliveira se hizo cargo de la galería con una ambiciosa instalación titulada, en portugués, Devir, que se traduce aproximadamente al concepto de cambio constante. Ha construido una sala de contrachapado autocerrable en la que el espectador puede ingresar. Un árbol...de tamaño natural, construido con trozos de madera contrachapada, ramas de árboles y corteza, parece crecer horizontalmente desde una pared interior, dividiendo en dos la habitación. Sus ramas sobresalen del tronco, extendiéndose hasta que alcanzan y parecen ser reabsorbidas por las paredes opuestas, el techo y el piso; es un tipo de ciclo inverso de vida. La obra objetiva vívidamente el desequilibrio de la naturaleza y la sociedad.
Entrada actualizada el el 04 dic de 2017
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