Descripción de la Exposición
Con motivo de su 20 aniversario, la Fundación Foto Colectania, gracias a la colaboración principal de la Fundación Banco Sabadell, presenta a partir del 22 de junio, Helena Almeida | Chema Madoz. Diseños habitados, una exposición que rinde homenaje a dos de los primeros autores que formaron parte de su colección.
Diseños habitados es una muestra que se sitúa en el punto de confluencia entre las obras de Almeida y de Madoz: dos artistas que, teniendo universos creativos diferentes, coinciden en elegir la fotografía como el medio para trasladarnos unas creaciones llenas de imaginación y sutileza.
Helena Almeida ya experimentaba con los límites de la pintura desde sus primeras obras de los años 60, con propuestas como las de escapar del cuadro. Continuó utilizando este medio en diversos trabajos hasta mediados de los años 70. Experimentó siempre con su propia imagen, buscando nuevos caminos para explorar la relación entre el cuerpo humano y el espacio que lo rodea.
“Yo trato mi cuerpo como si fuera una instalación visual y la fijo a través de la fotografía, para después integrarse. Prefiero hablar más de escultura efímera que de performance, ya que trato de fijar un momento para llamar la atención de lo que es más sutil, que la imagen quede plasmada, parada. Por eso escojo la fotografía y también el blanco y negro”, decía Helena Almeida.
Por su parte, Chema Madoz a menudo oscila entre conceptos contrapuestos (lo virtual y lo real, la apariencia y la realidad), manifestando a veces una tensión que plasma a través de fotografías de encuadres precisos y simétricos.
“Siempre he tenido la sensación de poder manejar el sentido de las imágenes. Es algo con lo que sé jugar bien”, explica Chema Madoz.
Tanto Almeida como Madoz tuvieron una formación artística que acabaron por orientar hacia universos donde la imagen es la protagonista, ámbito que dominan con especial destreza y al que se aproximan desde ópticas diferentes. Mientras que Almeida comenzó exponiendo pinturas y dibujos, hasta decantarse por el uso de la fotografía en sus series en 1974, Madoz se volcó en este medio desde sus inicios.
Pese a haber estado conectados con los movimientos artísticos de su época, sus trabajos no despertaron un especial interés en sus comienzos. Sin embargo, en ambos casos, alcanzaron posteriormente un reconocimiento abrumador, tanto del público, la crítica y el coleccionismo, como de sus propios colegas.
La diferencia más significativa entre la obra de ambos autores se podría situar en el enfoque: mientras Almeida se interesó en romper los límites formales de la creación, expresándose siempre a través de su propio cuerpo (“mi obra es mi cuerpo, mi cuerpo es mi obra”), Madoz se centra en conceptualizar ideas a través de una práctica híbrida, en la que las herramientas de la poesía visual o la tradición del objeto surrealista se incorporan al registro fotográfico.
A pesar de estas divergencias, son muchos los puntos comunes entre las obras de Almeida y Madoz. Diseños habitados pretende mostrar los trabajos de ambos artistas señalando los encuentros entre sus procesos creativos.
Del boceto a la fotografía
Madoz dibuja en cuadernos personales que ha guardado a lo largo de los años. Los bocetos de Almeida se han publicado y expuesto en diversas ocasiones, generalmente junto a sus obras fotográficas. En la exposición mostramos, por primera vez, tanto los cuadernos de Madoz como los bocetos que hizo Almeida de su serie O perdâo.
La significativa coincidencia de que los dos autores realicen bocetos -como primer paso para trasladar sus ideas a través del lápiz y el papel- posiblemente tiene relación con el interés de sus obras por lo íntimo y vivencial. Estos dibujos son la herramienta inicial para configurar la obra final, aunque no todos ellos lleguen a materializarse. Aquí la maestría de Madoz se centra en convertir sus bocetos en objetos y sus objetos en imágenes llenas de magia. Mientras que Almeida nos fascina transformando sus dibujos en ejercicios de reflexión y teatralidad, plasmados en fotografías que en ocasiones son intervenidas con pinceladas o trazos de lápiz.
RECORRIDO EXPOSITIVO
Diseños habitados reúne fotografías originales de ambos artistas, así como bocetos preliminares a la preparación de sus obras y algunos objetos construidos artesanalmente por Madoz.
Tal y como indica Pepe Font de Mora, director de Foto Colectania y comisario de la exposición, “el título de la muestra es un homenaje a Helena Almeida, de quien se ha tomado prestado el nombre de una de las primeras series en las que utilizó la fotografía (Desenho habitado); y a su vez hacemos un guiño al término diseño en su acepción renacentista: un concepto que se refiere no solo a los esbozos sobre el papel, sino también al proceso mental para trasladar la imaginación y creatividad del artista a la obra. Un fascinante ejercicio en el que Almeida y Madoz son maestros indiscutibles”.
En la exposición se muestran los primeros trabajos de Madoz de los años 80 -donde todavía estaba presente la figura humana- con las copias originales que positivaba el propio autor y en el pequeño formato con el que las exponía entonces. También incluye una amplia selección de su trabajo posterior a los 90, donde Madoz comienza a prescindir de la idea del azar y la sustituye por la recreación de imágenes mentales, convirtiendo a los objetos construidos en los protagonistas de su obra.
La selección de piezas que se enseña de Almeida comienza con Desenho habitado, una de sus primeras series donde la fotografía toma protagonismo, seguida de piezas de los años 80 y 90 como Dias quasi tranquilos, A casa y O perdâo, para finalizar con los dípticos de Seduzir. La mayor parte de bocetos de la autora, que se exponen por primera vez en Foto Colectania en su conjunto, corresponden a la serie O perdâo y pertenecen a la donación que la autora realizó a la Fundación.
Todas las fotografías expuestas de ambos autores pertenecen a la colección Foto Colectania.
BIOGRAFÍA DE HELENA ALMEIDA
Helena Almeida (1934-2018) fue una artista imprescindible en el panorama internacional del arte contemporáneo, y una de las figuras más conocidas del arte portugués. Nació en Lisboa, hija del escultor Leopoldo de Almeida, quien en muchas ocasiones utilizó a su hija como modelo en su estudio, el mismo en el que ella creó después casi toda su obra. Estudió pintura en la Escuela Superior de Bellas Artes, y en París, tras recibir una beca. Vivió y trabajó en esta ciudad toda su vida.
En los últimos años, su obra ha sido expuesta en museos y centros de arte internacionales. En 2017, el Jeu de Paume en París, el Museu Serralves en Oporto y el IVAM en Valencia le dedicaron una exposición retrospectiva con obras desde los años 60, bajo el título “Helena Almeida. Corpus”, de la que se editó un extenso catálogo. Ha expuesto también en museos como el Tate Modern en Londres (2013), el MEIAC en Badajoz (2009) o Fundación Telefónica de Madrid (2008) con la muestra titulada “Tela rosa para vestir”, así como en galerías internacionales, como Galeria Filomena Soares, en Lisboa, Helga de Alvear en Madrid o Galerie les Filles du Calvaire en París. La artista representó a Portugal en la Bienal de Venecia en dos ocasiones, en 1982 y 2005. En 2004 participó en la Bienal de Sydney, Australia.
El reconocimiento internacional de su obra se confirma con su presencia en importantes colecciones internacionales como la de la Biblioteca Nacional de París; Colección Berardo, Lisboa; Tate Modern, Londres; Fundación ARCO, Madrid; Fundación Calouste Gulbenkian, Lisboa; Fundación Serralves, Oporto; Galerie Drehscheibe, Basilea; Museo Hara de Arte Contemporáneo, Tokio; MACBA – Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona; Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid o Fundació Foto Colectania, Barcelona.
Su práctica artística comienza en la década de los 60, centrada en el lenguaje de la pintura, elemento que cuestiona constantemente en su obra. En 1969, se inicia la colaboración con su marido, el arquitecto Artur Rosa, que la fotografía desde entonces en numerosas ocasiones como parte de sus obras. En una de sus series más renombradas, “Pinturas Habitadas”, es tanto creadora como modelo. A partir de 1975, su obra combina tres disciplinas: fotografía, pintura y dibujo, utilizando crin o pintura azul y roja, o pigmento negro en sus fotografías.
Las fotografías de Helena Almeida, que habitualmente se organizan en series, se caracterizan por el uso del blanco y negro, y por la presencia del cuerpo de la propia artista. Inicialmente, vídeos y dibujos funcionan como estudios, que se desarrollan posteriormente en sus fotografías.
BIOGRAFÍA DE CHEMA MADOZ
Chema Madoz (Madrid, 1958) es uno de los artistas españoles más singulares y con mayor reconocimiento nacional e internacional de la fotografía contemporánea. Con formación en Historia de Arte, estudia fotografía en el Centro de Enseñanza de la Imagen. En 1985 realiza sus primeras exposiciones individuales. A partir de los años 90 su obra entra en el circuito internacional de galerías, y desde entonces su obra se ha expuesto en numerosas ocasiones en museos y centros de arte como el CGAC (Santiago de Compostela, 1998), FOTOFEST (Houston, 2000), Museo de Bellas Artes (Caracas, 2001), Fundación Telefónica (Madrid, 2006), Hermitage Museum, (Kazán, 2011), el CCBB (Río de Janeiro) o en Les Rencontres de la photographie (Arles, 2014).
Está representado por reconocidas galerías como Galeria Joan Prats (Barcelona), Galería Elvira González (Madrid), Galería OMR (México) o Galerie VU’ (París). Su obra está presente en destacadas colecciones públicas y privadas, como el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, la Fundación Juan March, el Marugame Hirai Museum of Art, Kagawa-ken, Japón, el Museum of Fine Arts, Houston, además de la Fundación Foto Colectania.
Con la entrada de la década de los 90, empieza a posicionarse dentro del ámbito de la fotografía en España, recibiendo diversos premios – como el Premio Kodak en Les Rencontres de la photographie de Arles- y obtiene el reconocimiento de la crítica. 1995 fue un año significativo por la publicación de su primera monografía, “Chema Madoz (1985-1995)”. Tuvo ocasión de conocer personalmente al poeta Joan Brossa -con cuyo trabajo tiene una estrecha relación- y ambos concibieron conjuntamente el libro “Fotopoemario”. Su trayectoria como fotógrafo alcanzó un sólido reconocimiento, con múltiples exposiciones individuales y publicando en editoriales como Assouline o publicaciones monográficas como “Obras maestras” de editorial La Fábrica.
Madoz también ha colaborado en numerosas ocasiones en trabajos vinculados a la edición literaria y la publicidad. Sus fotografías han servido para ilustrar las portadas de libros, cubiertas de vinilos y marcas como Purificación García han contado con su complicidad para realizar expresamente para ellas sus campañas.
En 1999, el CGAC en Santiago de Compostela muestra sus trabajos recientes, y se consagra como referente de la fotografía española contemporánea con su exposición “Objetos 1990-1999” a finales de ese año en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. En 2000 fue galardonado con el Premio Nacional de Fotografía del Ministerio de Cultura y, en los últimos años, ha recibido también la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes (2019).
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Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España