Descripción de la Exposición La perspectiva de la que parte esta intervención es la de acercarnos a la reflexión en torno a los hábitos de consumo actuales en occidente, a la relación entre sujetos y objetos y a influencia mutua de esta relación con el entorno. En el contexto en el que nos ha tocado vivir, hay una paulatina y sutil alteración del deseo (y con ello de los miedos)y una promesa de felicidad que se canaliza para seducir al posible consumidor y no solo en la compra de objetos al uso, sino también de afiliación a productos -entendiendo producto en el más amplio sentido de la palabra- culturales, ideológicos, políticos, religiosos, etc.... bajo el prisma de la marca, con todo el trabajo corporativo: con su propia personalidad; de hecho las campañas publicitarias que más grado de sofisticación están llegando a poseer son las que refuerzan la idea de marca como un ente sentimental produciendo Historia (veáse ADIDAS o Nike introduciendo la Historia de cómo se llego a hacer sus zapatillas) o experiencia (por ejemplo los eventos macroparticipativos que buscan la implicación directa del público para la realización de algo o la asistencia a conciertos, espectáculos, etc. memorables, como el Heineken F.I.B. o el enorme panel floral que recientemente paseó Kenzo por varias metrópolis). Desde esta observación, vemos como surge la provocación de una afiliación sentimental a través de los recursos icónicos de la publicidad por parte del consumidor-sujeto hacia la marca-objeto. Es decir, se instaura un sistema de deseos y apetitos en el consumidor, como los que se darían en una relación entre personas. Esta maniobra sutil supone, por tanto, una personificación de los objetos consumibles. Pero no hay que olvidar que muy cercanos a las pulsiones del deseo aparecen los miedos y las fobias. A través de este despliegue icónico de la seducción, se da al tiempo que el objeto se transforma en sujeto, entre otras, por una cuestión de comparación, un camino de vuelta donde el sujeto se transforma en objeto, operándose una cosificación del sujeto con las tecnologías de la imagen: una fotografía (en los innumerables contextos en los que aparece) pasa a sustituir a la persona; así, la representación es la imagen que tenemos de la persona-objeto. En las estrategias de la publicidad, en la cual se da el lenguaje audiovisual más sofisticado que podemos encontrar, integra esta percepción de la cosificación y en algunas publicidades podemos encontrar ejercicios irónicos en los cuales los objetos pasan a ser tratados como personas o como personas son substituidas por objetos. La intervención Happy tales,a partir de la reflexión descrita en las líneas anteriores, plantea una ficción mediante la representación (a través de dibujos en la pared) en la que se describe una situación en la que hay unos sujetos paranoides que asignan sus miedos y fobias a una serie de objetos cotidianos como si estos fueran amenazadas reales de emocional en la vida doméstica o fueran los culpables de la promesa incumplida de la felicidad.
Formación. 01 oct de 2024 - 04 abr de 2025 / PHotoEspaña / Madrid, España