Descripción de la Exposición
Como en un cadáver exquisito, Roger Ballen (Nueva York, 1950) y Hans Lemmen (Venlo, 1959) disfrutan del inquietante juego de trabajar en pareja, empujados mutuamente por lo que cada uno incorpora al enfoque del otro. Una restricción que estimula más allá del juego artístico, despertando ecos más formales que revelan una profunda afinidad entre sus dos mundos.
Entre Ballen y Lemmen la comunión de su imaginación borra la distancia que los separa. En los Países Bajos, Hans Lemmen reduce las fotografías de Roger Ballen a fragmentos simples. A continuación, completa las piezas resultantes o las inserta en composiciones gráficas. A miles de kilómetros de distancia Roger Ballen utiliza algunos de los dibujos de Hans Lemmen que luego incluye en una instalación a su vez destinada a ser fotografiada. Desde que se mudó a Sudáfrica, Ballen continúa explorando los márgenes turbulentos de la humanidad, donde la precariedad es extrema y únicamente preocupada por sobrevivir, una humanidad que no tiene ni la capacidad ni la vanidad para buscar una huida de la naturaleza. Esta falta de definición se refleja en particular en la extrema cercanía del hombre, su promiscuidad con los animales.
Sin embargo, Roger Ballen no se limita a esta interpretación política. A la manera de Samuel Beckett, a quien ve como la fuente de su enfoque, su trabajo es de alcance universal. Sus imágenes expresan lo absurdo de la condición humana. Una declaración contundente que es igualmente un trabajo de investigación psicológica. Las imágenes de los que han sido dejados atrás, que posan para la cámara, son autorretratos de sí mismo. Los modelos de Ballen sostienen un espejo que refleja el lado oscuro del propio fotógrafo. Exploran la morfología preocupante e incierta de su psique.
En un contexto cultural y social muy diferente al del continente africano, Hans Lemmen explora a su manera el territorio imaginario donde el hombre y los animales se mezclan. Tanto en su obra gráfica como en su escultura el artista persigue una búsqueda incansable de los orígenes. Fascinado desde la infancia por la huella dejada en el suelo por nuestros antepasados prehistóricos permanece nostálgico durante la época en que el hombre no vivía como si fuera ajeno a la naturaleza. A través de cierto primitivismo artístico, denuncia el sufrimiento de la tierra y de especies maltratadas por la inexorable modernidad.