"Como cualquier otro objeto creado, una obra de arte sintetiza la energía humana y el tiempo invertido en ella. Incluso en esta época, donde la autoridad del concepto permite la subcontratación del proceso de producción de un trabajo, la energía y el trabajo se consumen en una creatividad proyecto. Ahmed Gómez se esfuerza por hacer que este flujo vital sea inherente a la realización de un objeto de arte, que es el eje de su búsqueda creativa, y lo hace anclado en la tradición del artista como ejecutor de la obra. "convoca trabajos que personifican esa condición.
El acto de transformar materiales ordinarios, como el cartón corrugado, en materia moldeada por el trabajo y la intención artística, hace que los objetos creados ganen su estatus artístico. La ejecución que muestra el proceso de vida del trabajo se vuelve sustancial en pinturas con efectos tridimensionales que no ocultan la marca de la...práctica artesanal. Sin embargo, este gusto por el gesto manual no se limita a la estructura formal del trabajo. Se complementa de forma coherente con la riqueza de ideas y la visión del mundo del artista.
Hay sedimentos en la obra de Ahmed Gómez: es un artista con un sólido bagaje técnico y conceptual que forma parte de una generación que tuvo el raro privilegio de vivir un contexto creativo separado de las tendencias del mercado, cuando el arte se impuso como un factor crítico conciencia y modo de resistencia. Estamos hablando de la compleja realidad de Cuba a fines de los 80 y principios de los 90. Ahmed es parte de ese cuerpo de jóvenes intelectuales que nutrieron la diáspora de su generación y tomaron el mundo con sus herramientas para encontrar un espacio en los circuitos artísticos de Madrid, México, Nueva York, París o Miami, ciudades que en ese momento estaban lejos de tener el dinamismo artístico que exhiben hoy. Esto hizo del arte una ocupación ardua y desafiante para muchos.
Entrada actualizada el el 24 sep de 2018
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